Nunca leí el comic original del belga Peyo de los Pitufos pero sí vi algunos de los capítulos de la serie de televisión de los años ochenta de Hanna y Barbera. Los pitufos me parecían una pena, eran aburridos y pesados, cantaban continuamente una canción desasosegante y hablaban como retrasados, pongo un ejemplo: los pitufos están pitufando todo el pitufodía y son una pitufomierda.
Con un material así ¿se puede hacer una buena película o solo una pitufopeli?
El gato malo Azrael es el mejor personaje con una riqueza gestual asombrosa.
Pero los hay negativos:
Los pitufos no paran de decir pitufochorradas, aunque los efectos de animación son buenos.
Cantan su horrorosa canción. ¿Muchos niños soñarán con ella?
Se ensalzan los valores familiares sin venir a cuento.
En conjunto resulta aburrida.
En la última media hora el espectáculo pasó de la pantalla a las butacas. Entre la primera fila y el escenario unos 20 ó 30 niños jugaban sin prestar la más mínima atención. Una niña de unos tres años se estuvo comiendo las palomitas del suelo de las escaleras de forma meticulosa.
Seguro que a estos niños que les había aburrido tanto la peli que habían sido incapaces de prestar interés, cuando terminó la peli sus padres hicieron esa típica y tópica pregunta: ¿te ha gustado? Y ellos respondieron que sí. ¿Será un público poco exigente, o es que yo ya no aguanto las pitufochorradas?
Cuando tenía 10 u once años vi El Planeta de los simios y me gustó regular. Todo el mundo hablaba del final. Que sí, que estaba bien pero no era para tanto.
Un buen final puede salvar una película. A mí la que me gustó de verdad era Linda Harrison que hacía el papel de Nova la novia que se echa Charlton Heston en el planeta dichoso.
Pues 50 años después nos explican el porqué de ese desastre de planeta. La justificación del lío está bien pero es la más previsible.
Entonces si no me parece el guión una maravilla ¿porqué me ha gustado tanto esta peli?
Pues porque los monos lo hacen fenomenal. Ya sé que no son actores que tiene trampa y todo eso. Pero ese simio llamado César, el gran protagonista, es capaz de expresar magníficamente sus sentimientos.
A pesar de que los chimpancés son los malos yo quería que ganaran, me solidarizaba con ellos.
Su director Rupert Wyatt maneja la cámara de forma sorprendente. Esa cámara que sigue los movimientos de los primates a velocidad vertiginosa deslumbra. Rupert combina certeramente los momentos de acción con los de reflexión.
James Franco sigue siendo un soseras. Andy Serkis se ha especializado en estos papeles de actor disfrazado, siendo el impresionante Gollum primero y aquí el inconmensurable César.
Se ríe de los aficionados a la ufología y de los comics, de los cristianos ultraconservadores, de los paletos americanos, de los agentes del FBI y de alguna cosa más que no me acuerdo.
Pero lo que tiene más gracia son las frecuentes referencias a pelis de extraterrestres incluso con el pequeño cameo de Sigourney Weaver al final.
Su director es Greg Mottola que ha perpetrado Adventureland de 2009 y Supersalidos de 2007 que no he visto pero que tendré que ver con algo de prevención, dicho sea de paso.
La dirección es correcta sin nada que destacar.
La peli podría haber sido divertida pero le falta más mala uva, resulta muy blandita y condescendiente con todos los personajes. Paul es un E.T. ñoño que lo único que hace fuera de lo políticamente correcto es fumar.
Una buena idea a la que no se le ha sacado todo el partido.