Película (anti)navideña que combina el (anti)atractivo de su protagonista, con mucho humor grueso, siendo una película de atracos, que termina recogiendo el verdadero espíritu de la navidad.
Demasiadas contradicciones que maridan perfectamente en esta Bad Santa.
Billy Bob Thornton da vida a este alcohólico y vago ladrón, que hace especialmente gracia cuando se enfrenta dialécticamente a su compañero el enano interpretado por Tony Cox.
Lauren Graham encantadora pone el punto romántico a la historia.
Apta para niños a partir de los 12 años.
Me quedo con la escena lujuriosa en el probador de señoras de tallas grandes.
Descubro esta serie spin-off del universo Del Revés, lo cual me llena de orgullo y satisfacción.
Nos enteramos que Riley también tiene sueños nocturnos y que éstos son creados por prestigiosas directoras que van a ir conformando sus expectativas y digiriendo sus experiencias.
Los sueños con unicornios rosas pasan de moda conforme Riley va madurando y entrando en la adolescencia.
Dos son las grandes aportaciones de esta miniserie de tan solo 4 capítulos.
Por un lado ampliar el mundo psicológico que nos está explicando Pixar.
Por otro dar a conocer cómo se hacen las películas y los roles que ocupan cada uno de sus integrantes.
Unas muy loables babores educativas.
Ingeniosa, divertida, encantadora.
Muy recomendable para todo tipo de públicos.
La única pena, que hay algún tonto que diga que es una serie para chicas. Qué le den!!!
Liam Neeson sigue empeñado en hacer la misma película una y otra vez. Ya se ha convertido en un género en sí mismo.
Un matón que está perdiendo la memora y decide reencauzar su vida, por supuesto, mientras intenta hacer el bien va dando mamporros y matando individuos.
Lo más interesante esos sueños en patera.
Me ha gustado la actriz Frankie Shaw, con mucho carácter.
Queer está basada en la novela autobiográfica de William S. Burroughs sobre las andanzas amorosas y tóxicas de William Lee.
Un relato que no encuentro por donde quiere caminar hasta al final del metraje en el que mi interés aumenta.
Todo me resulta cansino, plomizo y falto de interés.
Me llama la atención que los mejicanos que rodean a nuestros protagonistas norteamericanos pasen totalmente desapercibidos, no siendo más que mero decorado, en un gesto notoriamente supremacista, que me produce náuseas.
Solo en su tercio final, con síndrome de abstinencia a opiáceos y droga selvática de por medio se vuelve algo más atrayente.
Todo el metraje está impregnado de elementos fantásticos que tal vez sean lo más interesante. El momento David Lynch en el epílogo es estupendo, eso me hace salir con mejor sabor de boca.