Relatar lo que sucede en una temporada de Juego de Tronos es casi imposible. Hay que leerse los libros.
En esta cuarta temporada vemos muchos sucesos que no quiero desvelar para no eliminar la sorpresa.
La historia avanza, lo más divertido es que no podemos suponer hacia donde va, porque cuando lo imaginamos algo pasa que rompe nuestros esquemas.
Ese es un elemento fundamental de esta trama la imprevisibilidad del guión. Personajes que creíamos fundamentales han perecido sin piedad, dejándonos huérfanos de pronto.
Los ingredientes son infalibles.
Hay sexo. Obligado en cada capítulo alguna chica desnuda.
Hay violencia. Una muerte truculenta (e inesperada) anima el cotarro. Además de un fondo malsano de violencia que se respira en muchas relaciones.
En los últimos capítulos unas batallas impresionantes.
Hay política. La lucha por el poder en sus diferentes formas.
En esta temporada vemos como Daenerys Targaryen comprueba que más difícil gobernar que conquistar. Me declaro ferviente admirador de la Khaleesi. Os pongo fotos.
Cersei Lannister sigue siendo tan mala como siempre y tan incestuosa.
Que termine una saga que ha ocupado 10 años de nuestra vida da un punto de tristeza.
Hemos visto crecer y desarrollarse a tres niños que se han hecho mayores y han acabado haciéndose novios, hemos vivido sus aventuras y conocido un mundo fantástico con sus reglas y sus personajes. Pero todo ha terminado.
¿Y cómo ha sido ese final? Pues sencillamente apoteósico. Esta última entrega es formidable llena de acción y de emociones.
Hay batallas, persecuciones, se descubren misterios por resolver y hay sorpresas, malos que eran buenos y otros malos que solo eran regulares, pringaos que se descubren héroes, unos gigantes estupendos, explosiones, incendios, indignados… Vamos: la caña.
A mí el personaje que más me ha gustado en toda la saga ha sido sin duda Hermione Granger, la más lista y la más guapa. Aunque Ron Weasley demuestra ser el más espabilado que se queda con Hermione. Porque, sí amigos, Ron y Hermione se hacen novios, ya desde pequeños se veía que había química entre ellos y en los últimos episodios incluso tensión sexual.
Harry sigue pareciéndome un soseras y con el rollo ese de atormentado.
Evité verla en 3D y creo que hacerté, en la versión tridimensional parece que se ve muy oscura.
Desde que en 2001 se estrenara La Piedra Filosofal he sido fiel seguidor el joven mago.
A los personajes se les coge cariño, como a los hijos. Los ves nacer, crecer, de pequeños hacen monerías y son graciosos y luego llegan a adolescentes y se vuelven mayores y ya dejan de ser graciosos, pero ya no hay remedio ya les tienes cariño y hagan lo que hagan los sigues queriendo.
Bueno, pues lo dicho, a Harry, Ron y Hermione los considero de la familia. Pero ya no son graciosos, se han vuelto unos muermos y ya no se les aguanta.
Esta reliquias de la muerte, o ¿es reliquias de la saga? aburre al más incondicional.
De la anterior “El Misterio del Príncipe” casi no me acuerdo y eso es malo-malo, señal inequívoca de que no me entusiasmó. Y esta Reliquias la vi ayer y casi la he conseguido olvidar.
Los personajes van desorientados por el metraje de la peli pero es que el director no se conoce el camino.
Los malos, incluido el Señor Oscuro (Voldemort), son de palo. No dan miedo a nadie. Eran mejores cuando no se les veía como ocurría en las primeras pelis.
En los primeros episodios de la saga había sorpresas y misterios. Conocimos el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y nos gustó empezar el curso. Ahora los niños se han hecho hombres y son de la generación nini, ni estudian, ni trabajan, ni entretienen.
Pero aún queda algo que salvar en la peli. El cuento que lee Hermione de las Reliquias de la Muerte, con unos dibujos magníficos como sombras. Y cuando Ron tiene que destruir el horrocruxes y éste mete el dedo en la llaga de sus celos y sus envidias y se ve a Harry y Hermione entregados a la pasión, aunque convenientemente censurados para no ofender sensibilidades de padres.
Que nadie se preocupe veré la segunda parte, pero ruego que me hagan un resumen (estilo: “en episodios anteriores”) porque seguro que no recordaré nada de la primera parte.