Una pandemia ha vuelta amnésica a la población mundial.
Un padre y su hija permanecen aislados en un búnker y conservan la memoria.
Claire Carré con su primer largo nos introduce en un mundo fascinante de escombros y edificios abandonados.
Nos va presentando personajes marcados por la ausencia de recuerdos.
Reflexiona sobre lo importante que es la memoria para conformar nuestra identidad y nuestra vida.
Sin memoria se vive un presente efímero que no te influirá en un futuro.
Si te enamoras y eres feliz no lo sabrás.
Si te dan una paliza y te violan, no te quedará trauma.
El contrapunto lo ofrece una muchacha encerrada en su aislada casa que tiene memoria, pero ansía la libertad.
Sabe que obteniéndola perderá su vida y tiene que elegir.
La peli trata al espectador como adulto. Plantea la situación desde la distancia con un punto de vista neutral para que analicemos, comprendamos y saquemos conclusiones.
Una peli estupenda en su planteamiento y en su formato.
Dura, triste, fascinante, maravillosa.
Mis amigos, críticos de prestigio, Ricardo y Pepe se salieron de la sala. No la soportaban.