Documental español, dirigido por Toni Bestard y Marcos Cabotá.
David Prowse es el hombre que encarnó a Darth Vader en las pelis de Star Wars. El villano más malvado de la Galaxia y de la historia del cine.
Prowse fue actor, la mayoría de las veces escondido tras una máscara o un grueso maquillaje, culturista, halterofílico, entrenador deportivo, superhéroe en campañas de tráfico…
Interpretó a Darth Vader, pero no se usó su voz (James Earl Jones y Constantino Romero) y en el único momento en que se retira la máscara se utilizó a otro actor (Sebastián Shaw).
Sus relaciones con Lucas terminaron como el rosario de la aurora.
Ahora es una anciano afable. Los directores de este documental le van a hacer una propuesta que no podrá rechazar.
Un documental divertido, ilustrativo que rinde homenaje al actor y los muchos olvidados en la historia del cine.
Muy a propósito antes del estreno de Star Wars: El despertar de la Fuerza. Episodio VII, que esperamos con ilusión.
Vemos esta peli los amigos de Azuqueca en el cine del EJE.
No me cansaré de dar las gracias y repetir que es un auténtico lujo.
En la peli anterior (Fresas salvajes – 1957 – Ingmar Bergman) pasamos mucho frío. Varios compañeros vienen con manta preparada, que afortunadamente no hace falta porque contamos con calefacción.
Siempre he mantenido que son cuestiones diferentes el artista y la persona.
Podemos encontrar detestable al individuo, pongo el caso de Dalí, y encantarnos su obra.
En el cine también tenemos algún caso muy notorio.
Allen tuvo como pareja entre 1982 y 1992 a la actriz Mia Farrow.
Se separó de la misma después de que Farrow le descubriera fotografías pornográficas de una de las hijas adoptivas de ella, desnuda.
Allen negó cualquier vinculación sexual o sentimental con su hijastra (a quien conocía desde los cuatro años).
Pero al poco tiempo de separarse de Farrow “blanqueó” su relación sentimental con Soon Yi, con quien se casó en 1997.
En 1991, cuando la relación salió a la luz, Allen tenía 56 años y Soon Yi, 20.
Tras la separación, Farrow denunció penalmente al director por acoso sexual a la hija de la pareja, Dylan Farrow, que tenía 7 años en la época de los abusos.
Dylan Farrow, relató en febrero de 2014 a través de una carta abierta los abusos sexuales a los que la sometió el cineasta cuando tenía 7 años.
Segun Dylan, los hechos ocurrieron cuando vivía junto a Allen y la actriz Mia Farrow.
El caso salió a la luz en 1993, pero los cargos criminales en contra del director fueron retirados por Farrow, aunque la justicia reconoció las pruebas y prohibió a Allen el derecho de visitas sobre su hija.
La carta ha sido la primera vez que Dylan Farrow se ha referido al tema ante la prensa, y la decisión estuvo inspirada por los reconocimientos que ha recibido Allen durante los últimos tiempos. Allen siempre negó las acusaciones.
No tendría ningún derecho de contar estas cuestiones en una crítica cinematográfica, pero en esta peli Allen nos hace un relato “autobiográfico” que pudiera ser justificativo. La peli se realiza después de la polémica.
Quede claro que el Allen cineasta me gusta y el conjunto de su obra me parece sobresaliente.
Esta peli la vi hace años y casi no la recordaba.
Repleta de diálogos que no dejan un momento de descanso y que llegan a agotar.
Allen nos cuenta sus conflictos sentimentales y sus relaciones con las mujeres.
Mezcla continuamente la ficción con la falsa realidad del relato cinematográfico, creando confusión en el espectador, o por lo menos en mí.
Está claro que no es la transposición literal de su vida amorosa, porque que él la enriquece y la retuerce para contarla a su conveniencia.
Las mujeres de esta peli son todas unas histéricas, con actitudes excesivas, habiendo incluso tiros.
Cuando le acusan de adulterio él responde con contestaciones claramente machistas, culpando a sus parejas.
El único personaje que parece salir bien parado es la joven amante (Elisabeth Shue) que le abandona para casarse con Billy Crystal.
El colmo de la desfachatez del director y protagonista es cuando en una escena, por otra parte muy divertida, la esposa le explica a su hermana (y amante del adúltero) que se ha liado con una veinteañera.
Allen ridiculiza a las mujeres las presenta como comparsas de su vida en el colmo del egocentrismo y de la misoginia.
Tal vez sea una revancha miserable por la situación que había padecido (merecidamente).
Woody es un tío listo y nos intenta desarmar con el humor, con el tono de comedia que sabe dar a las situaciones más dramáticas.
Ésta es la típica peli que se olvida o, tal vez, solo recordada por ser una comedia divertida.
Pero no deberíamos disculpar sus actitudes misógenas por que obtenga una sonrisa cómplice. Eso es lo que pretende de nosotros complicidad y justificación.
Para que una peli funcione lo ideal es contar con un buen guión, unos buenos actores y una buena dirección.
A veces, con todo eso unido puede salir un bodrio. Y lo contrario.
En esto del cine, y del arte en general, no hay fórmulas predeterminadas infalibles.
En El puente de los espías han metido mano en el guión los hermanos Coen y se nota.
La ha dirigido con maestría Spielberg.
La protagonizado el solvente Tom Hanks.
Y el resultado es magnífico.
El puente de los espías tiene ese aire a cine clásico de calidad, con el toque autoral de Spielberg.
Este director ha ido dejando atrás el cine de entretenimiento, que tanto buenos momentos nos ha dado, para cobrar un carácter más personal, más propio.
El abogado de éxito James B. Donovan deja su confortable vida de litigador de seguros para resolver un embolado de padre y muy señor mío.
Es un hombre justo, responsable, que cree en lo que hace. Es el Atticus Finch de los espías.
Lleno de confianza porque sabe que le ampara la razón y la justicia.
La trama comienza como una peli de juicios para transformarse en una peli de espías.
¿Porqué el Señor Donovan se convierte en un gran negociador? Porque detrás de sus argumentos hay un fondo moral una carga de justicia incontestable.
Dentro de la trama hay muchos aspectos notables.
El retrato de ese momento histórico de la creación del Muro de Berlín.
El adiestramiento de esos pilotos norteamericanos para ejercer como espías y las exigencias más allá de lo moral.
Resulta grotesco el trato que recibe el abogado Donoban en Berlín, tanto por parte de los agentes de la CIA como de los soviéticos. Con ese ejercicio de humillación de la persona, posiblemente para hacerlo más vulnerable.
Encomiable la entereza y la dignidad que mantiene el personaje de Tom Hanks en todo momento.
Spielberg no puede evitar adornar la historia con toques de sensiblería que a mí me resultan molestos, pero, lo cierto es que no se excede, sabe controlar esos malos impulsos.
El puente de los espías es una gran peli, posiblemente una de las mejores de este año.
Siempre se ha afirmado que es la peor de la trilogía, pero yo la defiendo.
Obtuvo la que menos recaudación, pero no fue un fracaso en taquilla.
Zemeckis quería hacer un western y lo insertó en esta trilogía.
Respetando el esquema clásico de las pelis del Oeste y las reglas de las dos primeras pelis de la trilogía.
El malo sigue siendo Biff Tannen, aquí en 1885 es llamado Buford ‘Perro rabioso’ Tannen.
Le vuelve a caer un carro de estiércol y además una escupidera.
Pero a mí hay una cuestión que me encanta: la historia de amor.
El científico racionalista (Dr. Emmett Brown) que se enamora de la maestra (una maravillosa Clara Clayton).
Parece una cuestión imposible, no por la diferencia de edad sino por la diferencia temporal, pero al final el amor sale triunfador.
Un magnífico colofón a esta gran trilogía que me ha dado muchos buenos momentos de diversión.
Curiosidades:
Hasta que llegó su hora:
Hay una escena es la que se homenajea a la película “Hasta que llegó su hora” (Once upon a time in the west), de Sergio Leone.
Cuando Marty llega al pueblo siguiendo la vía del tren, la cámara se eleva y aparece el pueblo de Hill Valley de forma inesperada.
En la película de Leone es Claudia Cardinale la que llega a la estación.
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Por un Puñado de Dólares:
Marty ve una película de vaqueros, que le servirá para el duelo contra Biff.
Usará la placa de metal de la estufa para evitar las balas.
La película en la que se basó es “Por un Puñado de Dólares” con Clint Eastwood.
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Michael Jackson:
Cuando la banda de Bufford Tannen obliga a Marty a “bailar”, éste se marca unos pasos al más puro estilo “moonwalk”, uno de los más representativos de Michael Jackson.
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Las maquetas:
Hay dos escenas muy parecidas en la primera y tercera parte respectivamente.
En 1885, Doc enseña a Marty su plan para regresar al futuro usando una maqueta, llega Clara, tapan la máquina, ella entra con el telescopio y por último le pregunta a Doc si van a ir a la fiesta.
En la primera parte Doc le dice a Marty su plan para enviarle al futuro con otra maqueta, tapan el DeLorean, entra Lorraine y le pregunta a Marty si la invita al Baile de la escuela.
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Marty siempre se despierta en casa de un familiar:
Tanto en la primera, la segunda y la tercera parte, aparecen unas escenas muy peculiares que se producen cuando Marty acaba en casa de un familiar y éste se levanta desconcertado diciendo “tu eres….”.
La primera peli deClint Eastwood:
Cuando Marty está vestido de vaquero y dice “Clint Eastwood no iría vestido así”, lo dice al lado de un cartel de la primera película que rodó Clint Eastwood.
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Dean Cundey, director de fotografía de la trilogía:
El fotógrafo que en 1885 hace la foto a Doc y a Marty junto al reloj es el mismo Dean Cundey, director de fotografía de la trilogía.
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Las torres de luz al fondo:
Cuando Marty McFly aparece con el coche en el pasado y le persiguen los indios, se ven claramente en el fondo del plano las grandes torres de conducción de luz.
Michael J. Fox a punto de morir ahorcado:
Michael J. Fox estuvo a punto de morir ahorcado en la escena del linchamiento cuando el sistema de seguridad se rompió y no pudo avisar porque todos pensaban que estaba interpretando la escena.
En la película quedó muy realista.
Michael J. Fox se le olvidó como se montaba en monopatín:
Tanto la tercera parte como la segunda, se rodaron 5 años después que la primera. Durante este tiempo a Michael J. Fox se le olvidó como se montaba en monopatín.
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Banda musical ZZ Top:
La banda de música en 1885 es ZZ Top que realiza un cameo, los cuales escribieron algunas de las músicas para la película.
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Homenaje a Bob Gale:
El editor del periódico de Hill Valley en 1885 es “M.R. Gale”, un homenaje al guionista de la trilogía Bob Gale.
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El tatarabuelo Seamus:
Michael J. Fox interpreta, además de a Marty McFly, a su tatarabuelo Seamus.
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Frío en Monument Valley:
Pese a que la película está ambientada en una época calurosa, el clima durante el rodaje en Monument Valley fue gélido.
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Clara Clayton ya había viajado en el tiempo:
La actriz que interpreta a Clara Clayton, Mary Steenburgen, ya había viajado a otras dimensiones temporales junto a su marido en la vida real Malcolm McDowell en “Los pasajeros del tiempo” (1979).
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D.W. Griffith:
Cuando Marty hace una referencia casual a las películas, nadie le presta la más mínima atención (el cine no se había inventado aún), pero un niño curioso le pregunta qué es una película.
Antes de que Marty pueda responderle, un hombre toma del brazo al chaval y le aparta diciéndole:
– “Venga, D.W., lárgate”.
A lo que uno de los hombres que ha observado la escena comenta:
– “Ese pequeño de los Griffith siempre anda escapándose”.
D.W. Griffith (1875-1948) fue el primer gran director de cine de la historia.
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Dos partes juntas:
Tanto la segunda como la tercera parte de esta trilogía se rodaron consecutivamente, sin apenas tiempo para la postproducción.
Homenaje al western:
Como homenaje a los antiguos Westerns, Zemeckis (director) hizo sentar en una de las mesas del salón a tres veteranos actores ya retirados: Harry Carey Jr., Dub Taylor y Pat Buttram.
El camarero que les servía también fue famoso en su época: Matt Clark.
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El primer beso de Christopher Lloyd:
Aunque parezca difícil de creer, esta tercera parte le dio a Christopher Lloyd (Dr. Emmett Brown), un actor con una larga experiencia en cine y televisión a sus espaldas, su primera oportunidad de dar un beso en la pantalla.
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Rodaje en Sonora:
Ante la imposibilidad de contar con suficiente espacio para el rodaje dentro de los estudios Universal, se decidió levantar todo un poblado en Sonora, a 600 km del norte de Los Ángeles.
Allí se habían rodado los exteriores de westerns míticos:
El virginiano (1929), Camino de Santa Fe (1940), Duelo al sol (1946) y Solo ante el peligro (1952).
También sirvió como decorado para series como Lassie, Bonanza y La casa de la pradera.
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Barranco Eastwood:
Cuando Marty Mcfly consigue regresar por fin a su 1985 gracias a la propulsión del tren pasa por delante de un cartel que indica el nombre del barranco, este barranco debería haberse llamado barranco Clayton en honor a Clara Clayton, la novia de Doc Emmet Brown, que según la historia debería haberse despeñado por él con la carreta desbocada.
Esta historia cambió cuando Doc la salvó, ahora el barranco se llama Barranco Eastwood, que era el nombre que se puso Marty en el oeste (Clint Eastwood).
Mucho vestuario:
Fue necesario diseñar vestuario para 500 extras.
Todos los trajes fueron envejecidos con polvo rojizo para que ganasen autenticidad.
Sierra Railroad:
Para las escenas del tren se utilizó una locomotora de la época, el legendario Sierra Railroad construido en 1897.
El mismo famoso tren que espera Gary Cooper en Solo ante el peligro.
Este tren está expuesto en Universal Studios Florida.
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Monument Valley:
Para la incursión de Marty en el Lejano Oeste, Zemeckis (director) optó por usar los majestuosos paisajes de Monument Valley, que el cine ha popularizado y asociado para siempre a las películas de John Ford.