Se desarrolla en Berlín, cuestión que me ha gustado porque la conocí el verano pasado.
La acción discurre bajo la mirada de Liam Neeson, protagonista absoluto y los hechos se conocen al mismo tiempo que el personaje, sin trucos.
El guión es complejo y da un giro inesperado al final de la peli, momento en el que empeora no en el ritmo pero sí en la trama que se enrevesa demasiado.
Pero la acción discurre a tal ritmo que no te da tiempo a plantearte los fallos de guión.
Liam Neeson en un papel difícil está perfecto.
Destacar la intervención magnífica de Bruno Ganz como antiguo agente de la Stasi.
Película francesa extrenada en España el 29 de Diciembre de 2010.
Basada en una novela, que según me han comentado lectoras expertas, es magnífica.
Es conocido que con una buena base literaria se puede hacer un bodrio o una obra maestra. Las comparaciones son siempre difíciles porque son géneros diferentes y lenguajes muy distintos. Condensar en dos horas una novela es misión muy complicada. Yo solo he encontrado una peli que sea mejor que la novela en la que se basa. Es el caso de Los Santos Inocentes de Mario Camus, una de las mejores películas del cine español y del cine mundial basada en la también magnífica novela de Miguel Delibes. La obra literaria es estupenda pero la peli es aún mejor, más completa, más rica.
La llave de Sarah cuenta los terribles sucesos ocurridos en París en 1942 cuando el gobierno colaboracionista de Vichy detuvo a miles de judíos que fueron deportados a campos de concentración nazis. Sesenta años después una periodista investiga estos hechos.
La historia está bien contada y la mezcla de los dos relatos es perfecta.
La investigadora (Julia Armond) interpretada impecablemente por la bellísima Kristin Scott Thomas, realiza un viaje personal que le cambiará la vida, en busca de Sarah y de su vida.
Hay una frase en la película que me impresionó: “La verdad tiene un precio”. Reconocer los errores, a veces históricos es muy importante y la propia Francia tardó casi 50 años en reconocer su colaboración con el Holocausto Nazi.
Es curioso que en la parte de la peli que se desarrolla en 1942 no aparecen símbolos nazis.
La peli está bien dirigida y se centra en una historia personal, sin pretensiones de contar una gran historia de todo un grupo.
Los actores de reparto están formidables pero me gustaría destacar a Neils Arestrup, que ya estuvo sensacional en una de las mejores película de 2010: Un Profeta y que en esta peli hace un trabajo muy convincente en un registro totalmente diferente.
Hay momentos de gran emotividad que me hicieron saltar las lágrimas, lo cierto es que lloré a moco tendido.
Supongo que los americanos harán un remake. Veremos a ver.
Mar, Elena y yo estábamos de nuevo solos en la sala de cine la tarde de Reyes. Aprovecho la ocasión para agradecer mucho a los Reyes los regalos, un maravilloso pijama y el StarCraft.