En un alarde de cinismo voy a hacer una crítica a favor y otra en contra.
A favor:
El director sueco Roy Andersson nos ofrece una sucesión de viñetas cinematográficas absurdas y provocadoras que, sino abarcan la vida, se aproximan.
Rueda con la cámara fija donde es tan importante lo que aparece en primer plano como lo que está en segundo.
Sus secuencias aparentemente inconexas analizan la existencia humana.
Empieza por la muerte en unas escenas que son tristemente desternillantes.
El espectador es capaz de reír a mandíbula batiente de una situación tan dramática como la muerte. Solo por eso Roy Andersson merece mi admiración.
Dos personajes ocupan más espacio que los demás, dos payasos tristes.
Les une su actividad comercial y su amistad, con los altibajos que son habituales, forman una pareja entrañable.
Hay escenas, las dedicadas al Homo Sapiens, absolutamente turbadoras, remueven los sentimientos, llegando a la repulsión.
La presencia anacrónica del Rey Carlos XII y su ejército en ese bar de barrio es tan fascinante y absurda que resulta absorbente.
Lo que más puede gustar a la crítica cinematográfica actual es que una peli sea original y que remueva sentimientos. Esta peli lo consigue, sin duda.
Una apuesta insólita, única e inolvidable.
En contra:
Acudimos ilusionados a la nueva temporada del Cine Club Alcarreño.
Da alegría volver a ver a los amigos, Daniel, Mercedes, Rafa, Ana…
La peli comienza prometedora, a pesar del largo título, que Mercedes consideraba peligroso.
Planos fijos que retratan situaciones diversas.
Las escenas iniciales, a pesar de hablar de la muerte, despiertan nuestra hilaridad.
Pero las imágenes van perdiendo potencia e interés y algunos espectadores desertan de la sala. Inteligentes y prudentes, los calificaría yo.
El absurdo se apodera de la pantalla, la falta de gracia, de diversión, da paso al final a escenas francamente desagradables, insoportables.
Consulto en el móvil la duración de la peli que resulta insufrible.
¡Son 101 minutos de tedio!
Dan ganas de gritar:
¡¡¡SOCORRO!!!
Solo las bromas de Mercedes hacen más llevaderos los últimos 15 minutos.
Daniel se atreve a afirmar que es ” la peor peli proyectada en el Cine Club“.
Hay quien descarga la responsabilidad del fiasco sobre el Presidente (pobre Alberto).
Pero cuando pienso en la peli no puedo dejar de recordar dos escenas, que no podré olvidar:
El monillo sufriendo descargas eléctricas.
Los esclavos negros introducidos a latigazos en un cilindro preparado para ser un horno giratorio.
Presiento que voy a tener pesadillas.
Tengo que gritar de nuevo:
¡¡¡Socorro!!!
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
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