Una peli que se estrenó en España en Enero, pero veo ahora tras su lanzamiento en DVD.
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Me encuentro ante una obra artística apabullante.
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Cada fotograma (56.800) es una pintura con la técnica al óleo del pintor holandés, Vincent Van Gogh.
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Con la colaboración de cien artistas que han realizado esta película que nos relata a base de flashback los últimos días de la muerte del genio.
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El joven Armant se ve en el compromiso de entregar una carta del pintor a su hermano Theo, que murió poco después.
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En la búsqueda de su destinatario va descubriendo la verdad, o, al menos, acercándose a ella, sobre la muerte traumática de Vincent.
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Tiene forma de thriller, con las diversas versiones sobre la personalidad y los hechos que rodearon su fallecimiento.
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Su estructura narrativa es inmejorable y la apuesta formal alucinante, increíble, sublime.
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Pero tanta belleza, tanto óleo, tanta textura cromática llega a abrumar y la apuesta formal se come a la narrativa, que aunque sólida, no puede alcanzar la aplastante belleza de sus fotogramas.
‘Dentro del laberinto’es, junto a ‘Los Goonies’, ‘La princesa prometida’ o ‘La historia interminable’, uno de los principales pilares de la cultura de la nostalgia, que está alcanzando su máximo apogeo en estos últimos años.
¿Quién puede olvidar a Hoggle, Ludo, Sir Didymus, a los goblins creados por The Jim Henson Company, el Pantano del Hedor Eterno, las canciones de Bowie, los “¡no es justo!” de Sarah (Connelly), y sobre todo el robaescenas oficial de la película, el omnipresente paquete de Jareth, el Rey de los Goblins?
Con estos ingredientes, no es de extrañar que ‘Dentro del laberinto’ dejara huella en la generación de los 80, que a día de hoy atesora la película con mucho cariño.
La vi muchas veces con mi hija Marta cuando era una niña.
La vemos un sábado por la tarde mientras los demás duermen la siesta.
Marta se sabe muchos diálogos. Yo hace tiempo que no la veía y me ha vuelto a encantar.
Jennifer Connelly tan joven interpretando a Sarah dando el paso de la niñez a la adolescencia, madurando en un viaje al rescate de su hermano.
Los personajes que se nos presentan son solitarios y perdedores, juntos consiguen su objetivo. Bonito canto a la amistad, al compañerismo y al encuentro entre diferentes que se vuelven complementarios.
Hay referencias a Alicia en el País de las maravillas, a El mago de Oz, a las leyendas artúricas.
Está clara la influencia en obras posteriores como Monstruos, S.A. o Harry Potter.
¡Qué nunca nos cansemos de verla!
Mientras nos guste, algo de inocencia quedará en nuestros corazones.
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Mi puntuación: 8,61/10.
10 curiosidades de ‘Dentro del laberinto’
David Bowie no fue la primera opción para Jareth
Originalmente, Jareth también iba a tener aspecto de goblin.
Sin embargo, a Jim Henson se le ocurrió que lo interpretase un actor.
Su anterior película como director, ‘Cristal oscuro‘, fue realizada íntegramente con marionetas y supuso un fracaso de taquilla, por lo que para ‘Dentro del laberinto‘ Henson decidió introducir un elemento de carne y hueso.
La idea del director era que el actor que interpretase a Jareth debía ser un músico, y que este se encargaría de aportar su estilo musical propio a la película componiendo las canciones.
Henson tenía varias opciones, entre ellas Michael Jackson, Prince, Mick Jagger y Sting.
Finalmente, sus hijos le convencieron de que le ofreciera el papel a David Bowie, que precisamente en ese momento estaba buscando participar una película infantil.
Imaginaos lo diferente que habría sido ‘Laberinto’ sin él.
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El paquete de Jareth
Si hay un personaje que eclipsa a cualquier “puppet” en ‘Dentro del laberinto‘ es el paquete de David Bowie.
En una reciente entrevista con Empire Magazine, el diseñador conceptual Brian Froud explicó que acentuar las “partes bajas” del cantante fue totalmente intencionado.
La idea era crear un personaje que había salido directamente de la mente de Sarah, que estaba alcanzando la edad del despertar sexual.
Así, Jareth es “una amalgama de las fantasías de esta chica: un chico malo con chupa de cuero, un caballero con armadura, Heathcliff de ‘Cumbres borrascosas’ y un bailarín de ballet“.
Las mallas ajustadas son, evidentemente, una referencia al ballet.
Aún a día de hoy, Froud no sabe cómo se salieron con la suya.
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Audiciones
Para interpretar a Sarah Williams, Jim Henson hizo pruebas a cientos de jóvenes actrices, hasta dar con la candidata perfecta, Jennifer Connelly (que había tenido su primer papel destacado un año antes, en ‘Érase una vez en América‘).
Entre las actrices que hicieron audiciones para protagonizar ‘Dentro del laberinto’ estaban Helena Bonham Carter, Jane Krakowski, Sarah Jessica Parker, Maddie Corman, Laura Dern, Lili Taylor, Ally Sheedy, Mia Sara y Marisa Tomei.
Las finalistas elegidas por Henson fueron Krakowski, Sheedy, Corman y Connelly.
Hace unos años, la Jim Henson Company hizo público el vídeo de la audición por la que Connelly se hizo con el papel.
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Lechuza CGI
Jareth puede adoptar forma de lechuza para visitar el mundo de Sarah y vigilarla sin que ésta se dé cuenta (así es cómo se enamora de ella).
Para las escenas de la película se utilizaron lechuzas reales, no así para la memorable secuencia de títulos de crédito iniciales, que contiene el primer animal fotorrealista realizado íntegramente por ordenador para un largometraje.
Estamos hablando de 1986, cuando el CGI todavía estaba en pañales y todos los efectos visuales eran realizados de forma manual, como se puede ver en el resto del film.
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El rey de las bolas
Bowie era un artista muy completo, pero una cosa que no sabía hacer era malabares con bolas de cristal.
Para estas escenas se recurrió al famoso malabarista Michael Moschen, que se escondía detrás de Bowie y manipulaba las esferas mediante la técnica del “contact juggling” (malabares de contacto).
Como debía estar dentro de la escena con el actor y oculto bajo su ropa, Moschen no tenía un monitor como referencia y debía realizar los movimientos a ciegas.
En el making of de ‘Dentro del Laberinto’se puede ver la dificultad de la tarea de Moschen, así como su creciente frustración ante los fallos y la paciencia y buena disposición que Bowie tuvo grabando estas escenas.
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La habitación de Sarah
Al inicio de ‘Dentro del Laberinto‘, un travelling recorre el dormitorio de Sarah, mostrándolos un gran número de objetos que funcionan como guiños a la aventura que la protagonista está a punto de emprender en el Laberinto y nos dan información adicional sobre el personaje (como su pasión por los musicales).
Entre estos objetos se escuentran los libros de ‘El mago de Oz‘, ‘Donde viven los monstruos‘ y ‘Al otro lado‘ (este último es el cuento de Maurice Sendak que sirvió como principal inspiración para la historia), un laberinto de juguete, varios peluches y muñecos de los personajes de la película, el póster de M.C. Escher en el que se basa la secuencia de la sala de escaleras, una estatua de Jareth junto al espejo y lo más importante: un mural con recortes de la madre de Sarah, famosa actriz de teatro que aparece en alguna de las fotos vinculada románticamente a otro actor, sospechosamente parecido a Jareth (el propio Bowie).
Los detalles “ocultos” en la habitación de Sarah han servido a lo largo de los años para establecer muchas teorías sobre la verdadera historia detrás de la obsesión de Jareth por la adolescente (que se parece mucho a su madre) y todo lo que no nos cuenta la película.
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Caras ocultas
El rostro de Bowie aparece camuflado en los escenarios de la película hasta siete veces a lo largo del metraje.
Algunas caras se pueden detectar fácilmente, pero otras están muy ocultas y son más difíciles de ver.
¿Cuántas habéis encontrado vosotros?
Probad ahora que sabéis que hay siete a ver si conseguís dar con todas.
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Escena subida de tono
En el guion original, escrito por el Monty Python Terry Jones, había una mayor carga de contenido sexual en la historia.
Concretamente, la célebre escena del baile de máscaras, donde Sarah se encontraba con el Rey de los Goblins en su subconsciente y bailaba junto a él, estaba escrita oficialmente como el despertar sexual de la protagonista, con referencias explícitas al deseo de Jareth por la chica (Bowie tenía 39 años y Connelly 15 cuando rodaron la película), así como formas descritas como “fálicas”, un plano en el que Jareth se encuentra en actitud “cariñosa” con dos mujeres y una habitación en la que Sarah mira, pero no puede ver lo que está ocurriendo porque una nube de plumas de almohada le tapan la visión.
La escena que acabó en la película conserva algunos elementos de la original, aunque suavizados: una máscara con nariz fálica acariciada sugerentemente por una mujer o un bastón que surge de un bahúl y escandaliza a Sarah, que sale corriendo.
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Toby el travieso
El bebé que hace de hermano de Sarah es el hijo de Brian Froud, el artista que creó los diseños conceptuales en los que se basa la película.
En el guion original de Terry Jones el personaje se llamaba Freddie, pero hubo que cambiarlo porque el pequeño solo respondía a su nombre, Toby.
Durante el número musical “Magic Dance“, Toby debía hacer balbuceos de bebé para la canción, pero tampoco consiguieron sacárselos, y los que se oyen en la versión final son del propio Bowie.
De mayor, Toby Froud siguió los pasos de su padre y de su mentor, Jim Henson, y se convirtió en creador de marionetas.
Hace unos años debutó en la dirección con el cortometraje ‘Lessons Learned‘, donde puso en práctica su experiencia como titiritero en la Jim Henson Company.
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El viaje de Hoggle
El traje y la cabeza animatrónica del enano cascarrabias Hoggle desaparecieron durante un traslado en avión, dándose por perdidos durante años, hasta que en 1997 apareció en la oficina de equipaje no reclamado del aeropuerto de Scottsboro, Alabama.
Desde entonces, Hoggle es la “mascota no oficial” del museo de dicho centro, donde se encuentra expuesto al público, visiblemente deteriorado.