Veo esta peli porque algunas me mis entrevistadas en Guadalajara de Cine la mencionan como la peli de su infancia.
La recordaba vagamente. No me había olvidado de su humor y de su ligereza.
Es un cuento medieval de capa y espada con protagonistas guapos y secundarios resultones.
Buenas escenas de peleas, con estupendos momentos de risa o de sonrisa sin que chirrien y una historia de amor a la vieja usanza.
Ahora resulta trasnochada. Con una protagonista femenina de la Edad Media y no del siglo XXI.
Me impresiona ver a una jovencísima y empalagosa Robin Wright. Impresionante su transformación, con los años y con la vida, llegando a ser la señora Underwood en House of Cards.
Vemos esta peli los amigos de Azuqueca en el cine del EJE.
No me cansaré de dar las gracias y repetir que es un auténtico lujo.
En la peli anterior (Fresas salvajes – 1957 – Ingmar Bergman) pasamos mucho frío. Varios compañeros vienen con manta preparada, que afortunadamente no hace falta porque contamos con calefacción.
Siempre he mantenido que son cuestiones diferentes el artista y la persona.
Podemos encontrar detestable al individuo, pongo el caso de Dalí, y encantarnos su obra.
En el cine también tenemos algún caso muy notorio.
Allen tuvo como pareja entre 1982 y 1992 a la actriz Mia Farrow.
Se separó de la misma después de que Farrow le descubriera fotografías pornográficas de una de las hijas adoptivas de ella, desnuda.
Allen negó cualquier vinculación sexual o sentimental con su hijastra (a quien conocía desde los cuatro años).
Pero al poco tiempo de separarse de Farrow “blanqueó” su relación sentimental con Soon Yi, con quien se casó en 1997.
En 1991, cuando la relación salió a la luz, Allen tenía 56 años y Soon Yi, 20.
Tras la separación, Farrow denunció penalmente al director por acoso sexual a la hija de la pareja, Dylan Farrow, que tenía 7 años en la época de los abusos.
Dylan Farrow, relató en febrero de 2014 a través de una carta abierta los abusos sexuales a los que la sometió el cineasta cuando tenía 7 años.
Segun Dylan, los hechos ocurrieron cuando vivía junto a Allen y la actriz Mia Farrow.
El caso salió a la luz en 1993, pero los cargos criminales en contra del director fueron retirados por Farrow, aunque la justicia reconoció las pruebas y prohibió a Allen el derecho de visitas sobre su hija.
La carta ha sido la primera vez que Dylan Farrow se ha referido al tema ante la prensa, y la decisión estuvo inspirada por los reconocimientos que ha recibido Allen durante los últimos tiempos. Allen siempre negó las acusaciones.
No tendría ningún derecho de contar estas cuestiones en una crítica cinematográfica, pero en esta peli Allen nos hace un relato “autobiográfico” que pudiera ser justificativo. La peli se realiza después de la polémica.
Quede claro que el Allen cineasta me gusta y el conjunto de su obra me parece sobresaliente.
Esta peli la vi hace años y casi no la recordaba.
Repleta de diálogos que no dejan un momento de descanso y que llegan a agotar.
Allen nos cuenta sus conflictos sentimentales y sus relaciones con las mujeres.
Mezcla continuamente la ficción con la falsa realidad del relato cinematográfico, creando confusión en el espectador, o por lo menos en mí.
Está claro que no es la transposición literal de su vida amorosa, porque que él la enriquece y la retuerce para contarla a su conveniencia.
Las mujeres de esta peli son todas unas histéricas, con actitudes excesivas, habiendo incluso tiros.
Cuando le acusan de adulterio él responde con contestaciones claramente machistas, culpando a sus parejas.
El único personaje que parece salir bien parado es la joven amante (Elisabeth Shue) que le abandona para casarse con Billy Crystal.
El colmo de la desfachatez del director y protagonista es cuando en una escena, por otra parte muy divertida, la esposa le explica a su hermana (y amante del adúltero) que se ha liado con una veinteañera.
Allen ridiculiza a las mujeres las presenta como comparsas de su vida en el colmo del egocentrismo y de la misoginia.
Tal vez sea una revancha miserable por la situación que había padecido (merecidamente).
Woody es un tío listo y nos intenta desarmar con el humor, con el tono de comedia que sabe dar a las situaciones más dramáticas.
Ésta es la típica peli que se olvida o, tal vez, solo recordada por ser una comedia divertida.
Pero no deberíamos disculpar sus actitudes misógenas por que obtenga una sonrisa cómplice. Eso es lo que pretende de nosotros complicidad y justificación.
Vimos esta peli en el Club de amigos del Cine de Azuqueca de Henares dentro de una sección de Música y Cine.
Exploramos este falso documental de los ochenta.
El propio director de la peli Rob Reiner interpreta el papel de documentalista en su propia peli, haciendo de actor. No sé si me explico.
Se ha convertido en una peli de culto y está dentro de las listas de las mejores cincuenta comedias.
Se sigue a un grupo de heavy metal británico en una gira por Estados Unidos.
Es un conjunto de tercera. La comicidad parte de las situaciones tan inverosímiles como reales y de las declaraciones y episodios vitales de sus componentes.
He leído muchas anécdotas sobre la peli. Algún músico afamado al asistir a la proyección y desconocer que se trataba de un falso documental se sorprendió al ver reír al público, estaba asombrado porque lo que veía le parecía perfectamente real.
La peli se ríe de todos los tópicos de los grupos roqueros, con gracia y desparpajo.
Las declaraciones de retrasados que se escuchan son perfectamente verosímiles. Las podemos oír todos los días en futbolistas, toreros, actores, cantantes y famosetes en general que pueden destacar en un aspecto artístico o deportivo, pero que intelectualmente no dan para mucho. Pido disculpas si alguno se ha podido ofender (esto se lo he oído a Cañete).
Comentamos la peli después de verla en el Club con lo que me hicieron el trabajo de pensar. Casi todo lo que he escrito y escribiré es plagio puro y duro.
This is Spinal Tap es una parodia del mundo del rock y como muy bien apuntaba nuestro amigo Carlos, es una parodia de los documentales sobre grupos.
A mí todo me pareció de lo más realista discrepando con mi amiga Mercedes que defendió vehementemente este mundo y a sus protagonistas.
Había comido generosamente con unos amigos (un nuevo parecido con Cañete). No había dormido la siesta. Durante la proyección di alguna cabezada. Me despertaba al oír las risas.
Si hubiera sido una peli interesante no me hubiera podido dormir.