Antes de entrar, mantengo esta conversación con un amigo:
– Esta peli solo la van a ver curas y meapilas.
– Como no soy cura, ¿seré meapilas?.
– Bueno. Disculta. Y algún friqui.
Me enfrento a una sala vacía. Solo ante la gran pantalla.
El título original de esta producción hispano-argentina es Bergoglio, el Papa Francisco.
Relata la vida del actual Papa por medio de la relación que mantiene con una periodista española agnóstica.
Se va contando su vida por medio de flashback continuos, que a veces despistan.
Sus amoríos de juventud. El cambio de vocación de médico, que agradaba a su madre, a sacerdote, que la enervaba.
Un enamoramiento en el seminario.
Su defensa de los pobres en la etapa de arzobispo de Buenos Aires.
La crítica contra la corrupción y las presiones que sufrió para que las suavizara.
Pincela sus problemas en la dictadura.
Todo resulta muy elogioso, sin ningún posible defecto.
Se dibuja un retrato muy bondadoso del personaje.
Pero la interpretación de Darío Grandinetti es absolutamente magistral, componiendo un personaje fuerte en su bondad. Enérgico cuando debe serlo.
Silvia Abascal está también estupenda, seducida por la personalidad del Obispo, pero fiel a sus convicciones.
Los dos estructuran escenas muy emotivas, que me hicieron soltar alguna lagrimilla, ya conocéis mi tendencia al llanto.
A mí la peli me ha parecido muy interesante y muy recomendable.
No solo para curas y meapilas, sino para todo público interesado en conocer sobre este personaje que pasará a las historia del siglo XXI.
Y también para friquis.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
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