Peli fundacional del Free Cinema y melodrama de fregadero.
Por circunstancias de la vida termino de ver la peli unos minutos antes que la comentemos en el Taller de Cine.
Eso me impide una cierta reflexión, pero me enriquece conocer la opinión de mis compañeros.
. Jimmy Porter (Richard Burton) se porta como un cabrón con su joven esposa y con la amiga actriz. Es un tío inteligente que usa las palabras como dardos envenenados de miseria y de odio.
Pero en cambio se muestra tierno con su benefactora que le compró un puesto de chucherías en un mercadillo.
Este individuo desagradable es solidario con un inmigrante indio.
Pero eso no lo redime. El maltrato a su mujer es terrible, inmisericorde.
La historia que me gustaría conocer es la que llevó a Jimmy a ser así.
¿Cómo un universitario llegó ha acumular tanto odio y ha caer tan bajo en una sociedad tan clasista como la británica?
Por otro lado, en mi opinión, el retrato que Tony Richardson realiza de la clase baja inglesa es terrible, con racismo y envidias, sin piedad hacia el más desvalido.
Las actrices Claire Bloom y Mary Ure están maravillosas.
Richard Burton inconmensurable con una interpretación llena de matices.
Todos en la peli se enamoran de él. Las dos féminas y el amigo. Como diría esa compañera de Daniel: ¡es tan guapo!
Sigo sin comprender a esa morena que traiciona a la amiga y a esa rubia que vuelve con él.
Quiero mostrar lo primero un monólogo del agente británico Alec Leamas interpretado por el colosal Richard Burton.
Son solo 22 segundos que resumen a la perfección cual es la esencia del gremio de los espías:
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Esta peli nos aleja del mito del espía estilo James Bond.
Es la cara verdadera y cutre de los agentes secretos.
Trabajos duros, donde hay que sacrificar la vida propia y arriesgarla para conseguir engañar y estafar con un objetivo sujeto a la conveniencia del momento.
Ni moral, ni grandes ideales.
Solo mezquindad y cutrerío.
Curiosidades y anécdotas
Le Carré espía:
El autor John le Carré trabajó para la inteligencia británica MI5 y MI6 durante los años 50 y los años 60.
Parte de su actividad la realizó en Berlín.
Le Carré estaba allí cuando se construyó el Muro de Berlín.
La novela se establece alrededor de un año después de la construcción del Muro de Berlín.
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Las caras de George Smiley:
En esta película, el actor Rupert Davies fue el primer actor en retratar el personaje icónico de John le Carré, George Smiley, en una película o en una televisión.
James Mason fue el segundo actor en interpretarlo, en Llamada para un muerto (1966).
Sir Alec Guinness fue tercero, y le dio vida dos veces, en Calderero, sastre, soldado, espía (1979) y Los hombres de Smiley (1982).
Denholm Elliott fue el cuarto actor, en Asesinato de calidad (1991), mientras que Gary Oldman es el quinto actor en tocarlo, en El topo (2011).
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Las mejores novelas de Le Carré:
John le Carré incluyó “El espía que entró del frío” como una de sus 4 mejores novelas durante una entrevista el 5 de octubre de 2008, en la BBC Four.
Las otras mejores obras que seleccionó fueron: ‘El Sastre de Panamá’, ‘El jardinero fiel’ y ‘Tinker, Tailor, Soldier, Spy’.
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Le Carré en el rodaje:
En un artículo para The Guardian de 2016, John le Carré reveló buenos recuerdos del rodaje:
“El director y yo nos llevamos bien. Disfruté de una amable relación con el guionista, Paul Dehn, quien como ex instructor en las artes negras en una escuela de espionaje británica durante la segunda guerra mundial, resultó saber mucho más sobre el espionaje que yo.
No se tomaron grandes libertades con mi historia -aunque ya no veo eso como un criterio- y mi único trabajo era proporcionar la extraña nota de gracia al guión mientras hacía amistad con Richard Burton y mantenía un ojo atento en su consumo de alcohol.
Aunque recordó la “hostilidad abierta” entre Burton y el director Martin Ritt, creía que esto “alimentaba el sentimiento de alienación de Burton y daba fuerza a su actuación”.
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¿Adolescente?:
Aunque interpretando a un adolescente, Claire Bloom tenía en realidad 34 años, en el momento de la filmación.
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Liz Gold:
El nombre del personaje de Liz Gold de la novela ‘El espía que surgió en el frío‘ fue cambiado a Nan Perry (interpretado por Claire Bloom) para esta película.
Se considera que la razón de esto fue porque el actor principal Richard Burton estaba casado con la actriz Elizabeth Taylor en ese momento.
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Unos años de diferencia:
Alec Leamas debía tener 50 años, aunque Richard Burton tenía sólo 39 años en el momento de filmar.
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De Hans-Dieter Mundta a Karel Harek:
El personaje de Hans-Dieter Mundt (interpretado por Peter van Eyck en esta película) fue cambiado a Karel Harek, debido a Paramount Pictures tenía los derechos del nombre del personaje de esta película.
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De Burt Lancaster a Richard Burton:
Burt Lancaster fue llamado en un principio para interpretar a Alec Leamas.
Al final el papel se lo quedó el actor Richard Burton.
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En blanco y negro:
La única adaptación cinematográfica de una historia de John le Carré que ha sido totalmente filmada en blanco y negro.
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Graham Greene:
El autor Graham Greene dijo de la novela de John le Carré de 1963, que era “la mejor historia de espionaje que he leído“.
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John le Carré dijo en una entrevista con The Guardian el 13 de abril de 2013:
“Yo escribí ‘El espía que vino del frío‘ a los 30 años bajo estrés intenso, sin compartir, de manera muy personal y en extrema privacidad.
Un diplomático junior en la embajada británica en Bonn, yo era un secreto para mis colegas, y la mayor parte del tiempo para mí mismo.
Había escrito un par de novelas anteriores, necesariamente bajo un seudónimo, y mi servicio de empleo los había aprobado antes de la publicación.
Después de una larga búsqueda de conciencia, también habían aprobado “El espía que vino desde el frío”.
Hasta el día de hoy, no sé qué habría hecho si no lo hubieran hecho“.
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Bernard Lee:
Bernard Lee interpreta a un comerciante humilde.
Curioso que Lee actuara como como M en la más glamurosa franquicia de James Bond.
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Poco tiempo:
Esta película fue producida y estrenada aproximadamente 2 años después que la novela de John le Carré fuera publicada por primera vez en 1963.
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George Smiley:
El escritor John le Carré basó parcialmente su famoso personaje de George Smiley en una amiga, la tutora de Lincoln College y la Universidad de Oxford, la reverenda Vivian Green.
Smiley también se basó en el jefe de Le Carré en el MI5, Lord Clanmorris, quien escribió novelas policiales bajo el seudónimo de John Bingham.
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Martin Ritt y Richard Burton no se llevaron muy bien:
La fricción realmente ayudó a que Burton desarrolara su personaje, que muchos consideran uno de sus mejores.
Se cree que su antagonismo se debió a la irritación de Ritt por las constantes visitas de Elizabeth Taylor, en su segundo año de matrimonio con Burton.
Para hacer las cosas más complicadas, Claire Bloom y Burton habían tenido un romance varios años antes.
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Esta película fue nominada a dos Oscar, mientras que El topo(2011) fue nominado para tres y El jardinero fiel (2005) por cuatro, ganando uno.
Veo esta peli en pantalla grande con el Club amigos del Cine.
Asistí a su estreno y la recordaba levemente. Se me confunden en el tele-encéfalo las pelis de Allen y tenía un revoltijo de Hannah y sus hermanas, Maridos y mujeres y ésta que nos ocupa.
A Woody Allen no le gustaba la parte final de la peli. Durante la postproducción se deshechó un tercio de la película. Se reescribió y fueron suprimidas las escenas en las que participaba Daryl Hannah, su intervención quedó reducida a un simple cameo.
El profesor Louis Levy, terapéuta y amigo de Woody Allen, interpreta al filósofo Cliff Stern protagonista de los documentales que tanto fascinan al director.
Originalmente, Alan Alda sólo iba a aparecer en la escena de la fiesta de apertura con Daryl Hannah. Pero Woody Allen decidió ampliar su papel y aunque el actor quería improvisar, el director no lo permitió y escribió sus diálogos sobre la marcha.
Lester (el personaje de Alan Alda) se basa en Larry Gelbart guionista de muchas comedias y director de la serie de televisión MASH. Ni a Allen ni a Alda les gustaban sus maneras despóticas de tratar a los actores. Varios comentarios de Lester, como “La comedia es tragedia más tiempo” y “Si se dobla, es gracioso, si se rompe, no es gracioso”, son frases reales de Larry Gelbart. A pesar de esta aversión, Allen lo llamó “el mejor escritor de comedia que he conocido y uno de los mejores hombres” en una declaración poco después de la muerte de Gelbart.
Durante una discusión con Cliff (Allen), Lester dice que tiene un armario lleno de Emmys. En la vida real, Alan Alda ganó cuatro Emmys antes de aparecer en la película y tiene otro después.
Creo que me gustó más en su estreno, especialmente por sus reflexiones sobre el remordimiento y el límite entre lo tolerable moralmente y lo absolutamente reprobable. Tal vez el tiempo hayan hecho que estas meditaciones hayan perdido fuerza.
La contraposición entre los personajes de Cliff y Lester es de lo más interesante. Uno director de documentales sociales sin éxito y sin trabajo. Otro con mucha actividad laboral, popular y realizador de comedias. Pero los dos se desprecian mutuamente y consideran sin valor las actividades del contrario. Son cuñados. Real como la vida misma.
A parte de los planteamientos filosóficos-morales la peli me ha resultado demasiado discursiva. No hay espacios sin silencios, los diálogos son incesantes y muchas veces innecesarios.
Las escenas con muchos personajes funcionan mejor que las más íntimas.
Me ha dado la impresión que Allen a pesar de que se obstina en ponerse trascendente no termina consiguiéndolo y hay un cierto barniz de superficialidad.
Todos los actores están correctos aunque destaca un extraordinario Martin Landau.
La prueba del algodón de una peli es un segundo visionado. Las buenas parecen mejores, las malas peores y las mediocres nefastas. Y para mí ésta no está entre las primeras.