Se trata de una película basada en diálogos. La trama se sustenta en ellos y la acción que pudiera existir solo es la que se verbaliza.
Con esta premisa solo puede obtenerse un buen resultado con diálogos brillantes y actores mayúsculos.
Esta Todas las mujeres tiene los dos ingredientes.
Aún así se podría haber introducido más acción, más escenarios, más personajes, pero hubiera sido otra peli, más cara, pero ¿mejor?
Eduard Fernández interpreta de manera impresionante a Nacho un veterinario manipulador, canalla, mala persona, un perdedor. Su fracaso personal lo atribuye a los demás, él se considera víctima, cuando salta a la vista que es el responsable.
No pude empatizar con él, sus rasgos de crueldad me lo impidieron.
En cambio las mujeres que le rodean me parecieron mil veces mejores que él.
Personajes decadentes en una ciudad hermosa y también de decadente, eso es lo que nos ofrece Paolo Sorrentino.
Más que lo qué cuenta, es cómo lo cuenta.
Una galería de nobles, políticos, clero… Gente ociosa e inútil que emplea sus vidas en cuestiones banales.
Con el decorado al fondo de esa Roma bella, tan llena de arte que apabulla.
El conjunto se construye como una peli de belleza fascinante, cautivadora.
Pero también hay perturbación, incluso morbo.
La historia de Ramona que sigue exhibiéndose pasados los cuarenta en clubs de poca monta y gasta su dinero en un asunto misterioso. Maravillosa Sabrina Ferilli que encarna (de nuevo) la belleza y la decadencia.
Sor María, persona a la que se describe llena de virtud y que su presencia produce miedo y grima interpretada por una irreconocible Giusi Merli.
Toni Servillo interpreta a Jep Gambardella, novelista de una sola obra, experto en el vacío y en las relaciones de la sociedad bien de Roma, su rostro representa a la perfección el personaje.
Esta peli de Paolo Sorrentino puede confundir e incluso irritar, pero a mí me fascinó. ¿Habrá sido La Ciudad Eterna o Sabrina Ferilli?
Jasmine vive en una mentira pero es feliz en la superficialidad.
Cuando su vida se desmorona como un castillo de naipes (al fin y al cabo solo era eso) se encuentra sin amigos (eran también mentira), sin dinero, sin vida…
Recurrir a su hermana, a la que humilló y estafó, le supone una degradación insoportable.
La desprecia, la cree inferior. Ella se considera genéticamente con clase, superior.
Pero Jasmine es absolutamente despreciable. Nunca ha sido nada por sí misma, si algo fue se lo debe al dinero que fraudulentamente consiguió su marido.
Se me viene a la cabeza alguna infanta con una historia parecida.
La actriz:
No puedo ocultar mi devoción por la maravillosa Cate Blanchett.
No soy capaz de recordar ni un solo papel en la que Galadriel no estuviera estupenda e incluso soberbia.
Aquí tiene un traje a su medida.
Su interpretación de Jasmine es emotiva, sentida, llena de matices, impresionante, perfecta…
Capaz de seducir y de repugnar. De despertar sentimientos, de hacer humano un personaje despreciable.
Nadie se ha merecido más un Oscar que ella.
La hermana:
Ginger es adoptada como Jasmine. Las dos compartieron los mismos padres.
A diferencia de su hermana, Ginger es trabajadora, luchadora. Se esfuerza en mantener su empleo de cajera de supermercado de barrio, cuida de sus hijos y busca el amor.
Tal vez, sus parejas no sean los hombres adecuados, los mejores, pero ella los necesita.
Cuando la engañan, no se derrumba, sale adelante.
No es rencorosa. Su hermana la estafó y la despreció pero ella la acoge en su casa y la ayuda en todo y hasta intenta comprenderla.
Ginger es maravillosa y la actriz que la interpreta Sally Hawkins también. Sabe darle ese toque de sencillez, paletismo y ternura que la hace… pues, eso, maravillosa.
Magnífico también Alec Baldwin. Le encuentro cierto parecido a un exjugador de balonmano.
El director:
Woody Allen ha dirigido 48 pelis, está a punto de cumplir 78 años.
Vuelve a EE.UU. después de sus excursiones por Europa que no han sido para nada despreciables.
Esta peli la hace en su adorada Nueva York y en un San Francisco poco glamuroso.
Aquí me ha sorprendido. Mi impresión es que siempre había mirado con complaciencia la banalidad de los ricos y salvo en muy contadas ocasiones no nos había relatado la pobreza.
EnBlue Jasmine nos contrapone dos clases sociales, dos hermanas diferentes como la noche y el día (ya suponéis cual es para mí el día).
Yo veo a un Allen imaginativo, rompedor, comprometido y con una visión muy certera de los personajes y de la vida.
Ésta es la nueva película de Woody Allen que nos tiene acostumbrado a una película al año. Este director-guionista-actor-escritor tiene ya 74 años. Ha hecho de actor en 10 películas sin ser el director. Ha publicado más de 20 libros. Ha hecho teatro y televisión. Y ha dirigido 41 películas y en muchas de ellas ha participado como actor. Todo un carrerón.
Su anterior película (Si la cosa funciona) era divertida con los signos de identidad propios de Allen. A mí me gustó.
En esta peli nos muestra una galería de personajes insatisfechos, inconformistas, egoístas y desorientados. Ninguno de los personajes me resultó simpático. Hay que reconocer que los actores lo hacen fenomenal, tal vez Banderas un poco gesticulante y sobreactuado.
Allen coloca la cámara con maestría y se mete entre los personajes dando una sensación de cercanía, su dirección es elegante con planos bien conseguidos.
Hay elementos en el guión que son ingeniosos, muy propios del director, como el robo del libro al amigo o la imagen de la mujer deseada tras la ventana.
Pero la peli ni me entretuvo ni me divirtió, en varios momentos me resultó tediosa y previsible, de hecho me distraje con facilidad masticando los hielos de la fanta de naranja. No hay momentos de humor aunque el tono es de comedia ligera.
De todas las pelis de Woody Allen, en mi opinión ésta es de las peores.