El mago de Oz es uno de los grandes musicales de la historia del cine.
Es un cuento, en parte terrorífico, lleno de ingenuidad.
Costó casi tres millones de dólares (una auténtica fortuna para la época) pero recaudó en su fin de semana de estreno más de 5 millones.
Victor Fleming figura como su director pero en realidad contó con cinco directores.
Richard Thorpe filmó durante varias semanas, ninguno de los planos aparece en la película final. El estudio encontró su trabajo insatisfactorio y nombró a George Cukor temporalmente.
Cukor no llegó a filmar escenas, sino que simplemente modificó el aspecto de Judy Garland y Ray Bolger (el espantapájaros).
Victor Fleming se hizo cargo y rodó la mayor parte de la película, hasta que fue asignado a Lo que el viento se llevo.
King Vidor filmó las restantes secuencias, sobre todo las piezas en blanco y negro de la película ambientada en Kansas (la tormenta y “Over the Rainbow“)
El productor Mervyn LeRoy también dirigió algunas escenas de transición.
Además de este baile de directores el rodaje fue de lo más accidentado, sobre todo en cuestiones de maquillaje.
Jack Haley, el actor que interpretaba al hombre de hojalata, sufrió una grave reacción alérgica a la pintura de aluminio y tuvo que ser sustituido. La voz de las canciones pertenece a un tercer actor.
El traje que llevaba el león cobarde (Bert Lahr) era muy pesado y producía muchísimo calor lo que obligaba a parar los rodajes con mucha frecuencia.
El maquillaje verde de la Bruja del Oeste le produjo una quemadura en la cara…
Se buscaron cientos de enanos para las escenas en Pequeñilandia que fueron una auténtica pesadilla. Eran muy indisciplinados y estaban bastante salidos. Se colaban en los camerinos de Judy Garland para intentar verla desnuda…
Tal vez en este último visionado no me ha gustado tanto como en veces anteriores. Dorita (en el doblaje al castellano) es demasiado blandita, muy ñoña pero tiene el encanto de la ingenuidad.
Los que me siguen dando mucho miedo son los monos voladores y esa malvada bruja.
En la versión doblada se habla de los zapatos de Dorothy como chapines y he buscado en la red y se define como: El chapín es un tipo de calzado con una suela de corcho de unos cuatro dedos de altura que era utilizado por las mujeres en el siglo XVI.
Para nada se corresponde con esos bonitos zapatitos púrpuras con poderes mágicos que lleva Judy Garland.
En El perro del hortelano (Cap. I), Lope de Vega los menciona de la siguiente manera:
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- No la imagines vestida
- con tan linda proporción
- de cintura, en el balcón
- de unos chapines subida.
- Toda es vana arquitectura;
- porque dijo un sabio un día
- que a los sastres se debía
- la mitad de la hermosura.
Me acabo de ir por los Cerros de Úbeda.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
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