El inicio de Clooney como director es ciertamente brillante.
Usa planos virtuosos jugando con el espacio-tiempo cinematográfico.
La fotografía es muy adecuada para la época en la que se desarrolla la historia.
El conjunto de la peli resulta muy divertido con una combinación entre comedia y drama que se mueve en la cuerda floja, pero sin llegar a caerse.
Nos descubre el inicio de la telebasura y cómo conectó con el público estadounidense primero, español después y supongo que también mundial.
Contrasta lo bien relatada que está esta parte de la peli con lo poco estructurada que se encuentra la dedicada al espionaje, que no pasa de ser escenas más o menos ocurrentes, pero sin una estructura narrativa clara. Con personajes muy poco creíbles.
No sé si es intencionado o casual, pero tal vez Clooney nos muestra esta parte de la trama como menos verosímil y como fruto de la imaginación de Chuck Barris (Sam Rockwell).
La historia de amor funciona gracias a la encantadora y maravillosa Drew Barrymore, que desde que se estrenó en el mundo del cine ha sabido encandilar a la cámara y a un servidor. Ahora de nuevo de máxima actualidad gracias a la divertida serie Santa Clarita Diet.
El californiano Sam Rockwell está desatado, pero en conjunto su papel resulta convincente, por esta peli obtuvo el Oso de Plata en el Festival de Berlín en 2003.
Mi puntuación: 7,32/10.
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El director George Clooney:
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Curiosidades:
Tanto Julia Roberts como Drew Barrymore trabajaron por un salario reducido como un favor a su amigo, el director George Clooney.
Sam Rockwell fue la primera y única opción de George Clooney para interpretar a Chuck Barris.
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La mayoría de las escenas fueron rodadas en una toma.
La escena del lobby de la NBC y el montaje The Dating Game (1965) se realizan completamente en una toma; los actores corrieron para ponerse en posición.
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El clip del The Newlywed Game (1966) es un clip real.
Durante mucho tiempo se pensó que era una leyenda urbana y, en algún momento, incluso el anfitrión llegó a creer que no era real.
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El guionista Charlie Kaufman se sintió insatisfecho con la forma en que George Clooney trató su guión.
Comentó:
“Pasé mucho tiempo trabajando en el guión, pero Clooney no estaba interesado en las cosas que me interesaban. He seguido adelante, y no tengo ninguna animosidad hacia él, pero es una película que no es mía“.
Clooney reconoció que hizo cambios, porque había ‘escenas funky‘ que nunca hubieran tenido luz verde para una película de estudio.
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La Agencia Central de Inteligencia ha negado que Chuck Barris alguna vez haya trabajado para ellos.
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David Fincher y Bryan Singer fueron considerados como directores.
Singer inicialmente aceptó, pero tuvo que retirarse cuando todo el elenco de X-Men 2 (2003) estuvo disponible para que la producción comenzara.
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Mike Myers, Ben Stiller y Johnny Depp fueron considerados para el papel de Chuck Barris.
Depp se quedó como productor ejecutivo.
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Después de su entrenamiento, Chuck se despide de “Jack” y “Lee”.
Teniendo en cuenta las teorías conspirativas populares sobre el asesinato de John F. Kennedy, ésta es claramente una referencia burlona a Jack Ruby y Lee Harvey Oswal.
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La película fue calificada en un breve artículo en The Onion titulado “Película comercializada como seis diferentes géneros“:
Comedia romántica.
Thriller de espías.
Sátira de Hollywood.
Biopic.
Cómo ser John Malkovich (1999).
Película de chicas.
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El padre de George Clooney, Nick Clooney, solía dirigir programas de televisión.
Contribuyó con experiencias de verlos detrás del escenario para hacer la película.
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Un guía turístico dice que su programa de televisión favorito está protagonizado por Rosemary Clooney, tía del director George Clooney.
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A David O. Russell se le ofreció la película para que la dirigiera, pero la rechazó, y decidió “que no se trataba de otra cosa que un tipo al que le gustaba follar a las chicas y decir que le disparó a la gente en la cabeza“.
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En los créditos, el nombre de personaje de Matt Damon se otorga como Bachelor Matt y Brad Pitt como Bachelor Brad.
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Julia Roberts trabajó en el set durante seis días.
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El auto que Chuck usa en Alemania Oriental es el VAZ 2102 soviético.
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George Clooney comenzó una relación con Krista Allen después de que la película se terminó.
Se separaron dos años después.
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El elenco de la película incluye cinco ganadores del Oscar: George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Julia Roberts, Akiva Goldsman y una nominada al Oscar: Maggie Gyllenhaal.
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Chuck Barris, mítico presentador de televisión estadounidense, falleció en el mes de Marzo de 2017 a los 87 años por causas naturales en Palisades, una pequeña aldea del condado de Rockland, en Nueva York, según confirmó su publicista.
Barris es conocido por presentar ‘The Gong Show‘ en 1976 para la NBC.
El programa de talentos es recordado por su humor loco y absurdo.
El espacio consiguió tal popularidad que se convirtió en una película, ‘The Gong Show Movie‘
Se ha vuelto más cruel, más insensible y más digital.
El dinero no cumple el viejo axioma que se aplica a la energía. Eso que ni se crea, ni se destruye, solo se transforma.
El vil metal se genera y se esfuma y lo vemos todos los días en la bolsa.
Algo que valía mil, al final del día vale 1050 ó 935.
En este juego perverso del capitalismo jugamos todos.
Todos tenemos acciones, fondos de inversión, planes de pensiones, cuentas corrientes, hipotecas o viviendas adquiridas.
Todos queremos hacernos ricos, o menos pobres dando un pelotazo.
(No conozco a nadie de esos del pelotazo. Esos solo los dan los ricos).
Vivimos también en una cultura de la avaricia.
Queremos tener más y nos olvidamos de vivir mejor.
Los muy ricos quieren hacerse con más dinero y se vuelven insaciables.
Nunca he entendido esa avaricia tan patológica.
Por ejemplo, el señor éste dueño de Zara.
Tiene dinero a espuertas y deslocaliza en países del sudeste asiático para ganar más.
Quédate en tu país crea puestos de trabajo y ayuda a la economía española.
Ganas menos, pero eres un tío horado y benefactor.
Si ya tienes un dineral, ¿para qué quieres más pasta?
No comprendo la avaricia de los que crean cuentas en Panamá o sabe Dios, para eludir pagar impuestos aquí.
Pero si Hacienda se queda un porcentaje de lo que ganas. Solo de lo que ganas.
Vale la pena el oprobio y la vergüenza por unos cientos de miles más o menos.
No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.
Respeto profundamente al que trabaja poco, solo para subsistir y disfrutar de la vida con lo que tiene.
Jodie Foster intenta hablar de estas cuestiones en esta peli.
Aunque ella, (tal vez) no lo sepa, consigue que no me caiga bien ninguno de los personajes.
George Clooney interpreta a una especie de showman televisivo, gurú de las finanzas que como todos los economistas nunca acierta.
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No hace periodismo, hace divertimento barato del de Tele 5.
Le importan las audiencias y su cuenta corriente.
Julia Roberts es la directora del programa Money Monster, telebasura. Lo sabe, pero sigue en ello.
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La ética, la profesionalidad son secundarios ante el dinero.
Jack O’Connell interpreta al tonto que se ha dejado influir por los consejos de un programa de eme y cuando pierde dinero quiere encontrar un responsable.
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Es cierto que lo han engañado, pero se ha dejado engañar.
Él se considera un fracasado y su novia embarazada se lo deja bien claro.
Tal vez creía en el “sueño americano”.
Quería hacerse rico.
No aprecia lo que tiene.
Su novia es estupenda, va a ser padre, tiene salud, pero no es rico.
Es capaz de amenazar con la muerte y la destrucción de una bomba porque no es rico.
Tampoco me puede caer bien.
No deja de ser un miserable.
Aunque Jodie Foster se empeñe en presentárnoslo como una víctima solo se mueve por el dinero.
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Ni todo el dinero del mundo vale lo que una vida humana.
Dominic West interpreta al empresario fraudulento y avaricioso.
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La directora nos introduce una trama rocambolesca de huelgas en minas de platino de Sudáfrica que no tiene ni pies ni cabeza, al final de la peli.
Porque está empeñada en hacer una peli de denuncia social que sea atractiva al espectador para lo que se ve obligada a introducir elementos de thriller.
El grave problema, su grave problema, es que no tiene claro lo que quiere denunciar.
Compone un producto supuestamente seductor.
Musiquilla que te invita a sentir emociones según la escena, montaje trepidante, fotografía saturada, trucos de guión, secundarios molones, escenas de sexo gratuitas…
Jodie has hecho un producto capitalista para que la gente vayamos al cine nos tomemos un litro de Coca-Cola y un bolsón de palomitas y nos sintamos por unos segundos confraternizados con un puto terrorista porque le han timado en bolsa.
¡Estás contenta acabas de contribuir al capitalismo y encima te crees mejor que muchos porque has hecho algo que puede parecer denuncia social!
Dicho todo esto, la peli es entretenida.
Un señor, una fila delante de mí, cuando llevábamos cinco minutos de peli, abrió su tablet y se puso a jugar al Sim City.
No es broma. Me desconcertó. Me cambié de sitio. Me distraía demasiado.
Los Coen esta vez componen una sátirabarrahomenaje al cine clásico de Hollywood hecho en estudios.
En esa época las películas se producían como en una fábrica (de sueños).
Los guionistas, actores, directores, maquilladores, atrezistas, tramoyistas y productores estaban en nómina y trabajaban todo el año.
Uno de estos últimos es el protagonista, un Josh Brolin magnífico.
Se relata su azarosa vida durante 29 horas.
En ese plazo de tiempo tiene que resolver el secuestro de un actor, el embarazo de una estrella soltera, la sublevación de los guionistas comunistas, la homosexualidad de algún director y actor, buscar protagonista de un drama, lidiar con las lluvias en México, emparejar a dos actores, responder a una oferta de trabajo, confesarse, ir cenar a su casa y conciliar a la prensa amarilla del corazón.
Una vida intensa que él considera divertida.
Los Coen nos amenizan con números musicales, peplums, coreografías imposibles a lo Esther Williams y submarinos soviéticos.
Joel y Ethan no dejan títere con cabeza y dan palos a todos los gremios.
La peli es moderadamente divertida. Se ve con una sonrisa en la boca, pero no despierta demasiadas carcajadas.
Es mejor cuando se habla de ella que cuando se ve.
A mí me ha encantado porque retrata el mundo (loco e increíble) del cine de estudio, donde se realizaban muchas películas, malas, regulares, buenas, muy buenas y obras maestras. Un sistema, que dio maravillas, que lamentablemente ya no volverá.
Impagables el monólogo (fallido) de George Clooney, el número musical de Channing Tatum y Scarlett Johansson surgiendo de las aguas.
Para mí que suelo ir solo al cine habitualmente fue un lujo contar la compañía de tres amigos: David, Adolfo y David. Un especial agradecimiento.