Detroit es una peli adrenalínica. De las que no te dan respiro.
De narrativa tradicional, con un planteamiento inicial de la situación, del ambiente en donde se van a desarrollar los hechos que se nos van a presentar de manera explícita y minuciosa. Para terminar con un desenlace también bien hilvanado.
Su cámara tambaleante nos sumerge en las situaciones de manera que parece que vivamos con los protagonistas.
Siempre me ha impactado que en las manifestaciones en los USA se use el saqueo con tanta generosidad.
En España hemos vivido manifestaciones, huelgas generales, asaltos al Congreso, pero los saqueos han sido anecdóticos.
El América lo normal es que las protestas terminen en saqueos.
Siendo la propiedad privada lo más sagrado en el paradigma del capitalismo, los manifestantes la violan como acto supremo de rebeldía.
También la peli nos cuenta lo introducido que está el racismo en esa sociedad.
Un racismo que se manifiesta en lo personal, pero también en lo institucional.
Lo más lamentable es que los sucesos que nos presenta Kathryn Bigelow son perfectamente actuales, en todos sus aspectos.
Los polis blancos siguen saliendo impunes de los asesinatos a negros.
Está claro que estoy comentando una de las mejores pelis de este año.
Si la Academia tiene la suficiente valentía estará entre las nominadas al Oscar.
Aunque la taquilla no ha sido generosa, más bien lo contrario.
¿Lo leí en algún libro de anécdotas o es pregunta de trivial?
Hasta 1953 no se descubrió la verdadera identidad del asesino de León Trotski.
Durante años, el hombre que en 1940 mató al líder revolucionario refugiado en México se hizo pasar por un belga, de nombre Jacques Monard.
Residía en ese país como presunto ciudadano norteamericano para supuestamente huir de la Segunda Guerra Mundial.
Pero en realidad se trataba de un comunista catalán,Ramón Mercader, hijo de un industrial de Barcelona y de una cubana, Caridad del Río, que tendría una gran influencia en su trayectoria vital.
La peli es una mezcla de cine de espías y peli romántica.
Posee elementos muy positivos.
El retrato de la época.
La rivalidad Stalin-Trotski.
La influencia y dominación de la madre.
La ambigüedad moral en la que se mueven los espías.
El carácter didáctico del relato que nos da a conocer una historia muy interesante.
La pena es que nada de esto termina de cuajar porque la peli resulta plana, sometida a convencionalismos de telefilm, con un afán destructivo de acaparar público, con el temor profundo de que lo que se cuenta no interese.
Durante toda la peli me preguntaba de qué me sonaba la acrtriz que interpretaba a Sylvia Ageloff.
IMDB me lo descubre es Hannah Murray, la norteña Gilly de Juego de tronos, la novia de Samwell Tarly.
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A pesar de sus defectos yo recomiendo El elegido.
No disfrutas de buen cine, pero aprendes historia.