Cuando se estrenó esta peli no tuvo éxito ni de crítica ni de público.
Es la única peli que dirigió el actor Charles Laughton. Afirmaba que prefería hacer teatro mejor que cine porque podía cambiar los aspectos técnicos y artísticos en cada representación.
Se consideró una peli maldita, pero por avatares diversos con los años se ha convertido en una peli de culto. Con muchos seguidores. Levanta pasiones.
Es un cuento de terror dividido en varios capítulos diferentes, aunque no está exenta de elementos de fábula moral.
La historia avanza por vericuetos poco esperados.
Lo que contribuye decisivamente a darle ese tono irreal, a veces onírico, es la fotografía contrastada y expresionista de Stanley Cortez, que también colaboró con Orson Welles.
La había visto en varias ocasiones, pero esta vez no me ha vuelto a defraudar.
Me impresiona ver a Robert Mitchum como el falso predicador sin escrúpulos y sin moral, misógino y posiblemente homosexual o impotente. Impresionante verlo gritar como un animal cuando la otoñal Lillian Gish le dispara.
Hay una burla al fanatismo religioso con momentos realmente espeluznantes.
Recuerdo que cuando la vi hace muchos años por primera vez me impactó, soñé con ella.
Me sigue pareciendo una peli fascinante y turbadora.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Twitter @Holasoyramon
Canal de Youtube HolaSoyRamónVídeos
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