En este capítulo, que conforma una tercera temporada de la serie, Jorge Sanz está muy cambiado.
Por un lado asiste a sesiones de psicoterapia y ha conseguido abandonar las drogas, incluido el alcohol.
Su terapeuta llega a darle el alta. Lo que provoca una vibrante reacción de Aitana Sánchez Gijón, que está maravillosa en un monólogo espectacular.
Ahora tiene éxito (de nuevo). Publicidad, series, incluso cine con la continuación de La niña de tus ojos (La Reina de España).
Jorge Sanz se descubre como insensible con la inmigración, pero termina demostrando su gran corazón, porque en el fondo (aunque él no lo sepa) es una buena persona.
Su relación con Úrsula Corberó me parece de lo más realista. Por cierto, esta actriz me caía fatal, pero cuando la conocí en persona mi opinión cambió radicalmente. Comprendo el enamoramiento de Jorge.
Su anterior representante Amadeo Gabarrón (Eduardo Antuña) ha creado una relación de dependencia con Sanz, porque este actor tiene una gran capacidad de seducción y magnetismo.
Esta tercera entrega me ha gustado tanto como las otras. David Trueba sabe trasladar bien al espectador sentimientos encontrados.
En el último Festival de Málaga me encontré con Jorge Sanz, estaba con Luis Alegre. No puede resistir la tentación de saludarlos.
Diego Gismero me hizo unas fotos con Jorge, que estuvo muy simpático. Pero cometí un grave error. Por la mañana había visto un documental sobre Alejandro Sanz.
Mientras me hacían las fotos estuve llamándolo Alejandro. El pobre Jorge no dijo nada, tal vez acostumbrado.
Premios BAFTA: Mejor película de habla no inglesa y guión original
Premio Goya: Mejor música. 7 nominaciones
NBR – Asociación de Críticos Americanos: Mejor Película Extranjera
Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor director
Cesar: Mejor película europea
Nominada al David de Donatello: Mejor película extranjera
Premios del Cine Europeo: incluyendo mejor película y director
Nominada a Critics’ Choice Awards: Mejor película de habla no inglesa
Círculo de Críticos de Nueva York: 3 Nominaciones
No es de extrañar que Pedrito esté cabreado con la Academia Española.
Recibe premios en todos los sitios menos en España.
En el 2003 recibió el Goya la estupenda Los lunes al sol. Pero ¿mejor que Hable con ella?
Destaco la labor de Javier Aguirresarobe en la fotografía (perfecta) y de Alberto Iglesias en la música (fascinante).
Almodóvar sabe dar la vuelta a las cosas para que lo más deleznable lo veamos como bueno.
Benigno se beneficia, aprovechando su coma, a Alicia y la deja embarazada.
Dicho así es un horror.
Pero Pedrito nos presenta la bondad del personaje, incluso su candidez, impresionante Javier Cámara, para transformar una violación en un acto de amor.
Porque a Benigno no lo mueve la lujuria, lo mueve el amor.
Se entregó al cuidado de su madre y ahora se dedica en cuerpo y alma al cuidado de Alicia.
Además se relata la unión de dos hombres por la misma desgracia.
Marco y Benigno compartieron butacas en el teatro.
Uno disfruta, el otro llora.
Cuando los dos tienen a sus “novias” en estado vegetativo. Uno habla con ella. El otro es incapaz de disfrutar de la situación.
De nuevo el manchego nos presenta como buena una situación que tiene un punto de patológica.
Los dos además no son queridos por estas mujeres.
Alicia ni siquiera conoce a Benigno.
Lydia ha dejado de quererle y se va a ir con el torero.
Siempre tira más un torero que un escritor.
La historia termina como no podía ser de otra manera.
Lo de Benigno era bonito, pero en este mundo incompresible, eso acaba en tragedia.
Atribuir mérito a los actores en una peli de Almodóbar es algo posiblemente inmerecido.
Pedro dirige hasta el más mínimo detalle de sus actores y si hay excelentes actuaciones son gracias a él y solo a él.
Banderas en el Festival de Málaga de este año, donde recibió la Viznaga de Oro, ante la pregunta de un periodista declaró que no se reconocía en las pelis de Almodóbar.
Hasta tal punto llega el control del director que anula la iniciativa de los actores, dominando cada gesto y cada sentimiento.
El director de Calzada de Calatrava se ha hecho famoso por su trabajo con personajes femeninos, pues aquí las duerme para dar protagonismo a los hombres.
Antes de ver la peli disfrutamos de un montaje, un homenaje al cine, de Bichobola, el primero que realizaron hace diez años.
Como todos los suyos una auténtica maravilla. Con música de Alberto Iglesias, así que venía al pelo.
La película pretende ser divertida y cómica con tres premisas fundamentales.
Primera:
Los cuñados aliándose.
Situación absolutamente inverosímil. Todo el mundo sabe que los cuñados nunca se ponen de acuerdo.
Segunda:
Los novios de las hijas.
No sé porqué, pero los novios de las hijas, por muy perfectos que sean, nunca te terminan de gustar.
Tercero:
Los actores.
José Coronado, Javier Cámara y Roberto Álamo, los tres inconmensurables y saben componer unos padres cabreados estupendos.
Con estas tres patas se sostiene esta comedia.
El problema es que se agota ocasionalmente y las situaciones cómicas solo funcionan de vez en cuando.
Hay momento hilarantes y otros francamente torpes y en los que se pasa vergüenza ajena.
Nunca llega a ser hiriente, se queda en un humor blanco desprovisto de mala leche (desnatada y sin lactosa) para que no moleste a nadie, para que nadie se pueda sentir ofendido.
Siempre he defendido que el gran Agustín González era el que mejor se cabreaba en el cine español.
Ya tiene un magnífico sucesor en Roberto Álamo.
Cuando se enfada tiembla el misterio.
Estupendos los cameos de Manolo Solo, Luis Callejo y Manuel Burque, este último también guionista.