Esta semana hemos hablado en EsRadio Guadalajara y en Alcarria TV, junto con Mónica Gallo y Diego Gismero, de diferentes aspectos de la actualidad cinematográfica:
Haciendo un alarde de cinismo absoluto y de petulancia extrema voy a hacer una crítica a favor y otra en contra.
A favor:
Cuando la ciencia ficción ha ido derivando al cine de aventuras y de superhéroes y salvo en contadas ocasiones se ha dedicado a un público adulto y formado, Villeneuve hace una apuesta por esto último.
Acierta dando una visión subjetiva de esta llegada.
La película se plantea desde el punto de vista de esta lingüista (estupenda Amy Adams) encargada de entenderse con los heptápodos.
Es precisamente la interpretación de sus pensamientos y de sus visiones lo que le ayudará a comprender a estos aliens.
La peli te obliga a un ejercicio intelectual intenso.
Poseo una inteligencia muy limitada y por ello no he conseguido comprender la esencia de este nuevo lenguaje, pero eso no me ha impedido que me pareciera sumamente atractivo, subyugante incluso.
Hay escenas a lo Terrence Malick y una clara influencia de Kubrick que componen un conjunto poético y embriagador.
Estamos ante un cine de altura alejado del espectáculo simplista, en La llegada lo importante es el contenido y la belleza de sus imágenes.
Amy Adams es el núcleo de esta peli con una interpretación prodigiosa que le puede llevar al Oscar.
Denis te doy la enhorabuena. ¡Ya era hora que la ciencia ficción se hiciera para listos!
En contra:
Cuando una peli es elogiada por la crítica me genera, de entrada, un cierto rechazo.
Desde el principio descubro que estamos en una producción con afanes intelectualoides.
Se plantea una cuestión interesante como es la comunicación con otros tipos de lenguaje, que en principio me parece de lo más atractiva.
Pero la peli no termina de explicar este nuevo idioma posiblemente para que el espectador medio se sienta inferior ante lo listos que son esta lingüista y el director.
La trama está infiltrada de bellas imágenes desenfocadas a lo Terrence Malick, de las que ya estamos un poco cansados, con una sensación de pérdida de tiempo.
El film tiene ese aire cultureta, que pretende alejarse del público mayoritario, con un claro complejo de superioridad.
Pero lo peor de todo es el tedio y el aburrimiento con el que se sufre su metraje.
Amy Adams hace su papel, muy intensa ella, muy sufridora, muy listica y posiblemente hasta sea nominada a los Oscars.
Por cierto ya estoy un poco saturado de madres que pierden hijitas. Qué sí, que da mucha pena, pero ¿otra vez lo mismo?
Hace casi dos semanas que vi esta peli. El tiempo siempre cambia la perspectiva.
Llevamos unas pelis en las que se meten en la misma historia varios superhéroes.
Tal vez sea un signo de que la fórmula se va agotando.
Aquí encontramos una macedonia de gente con superpoderes que se enfrentan por una cuestión de método.
Unos aceptan el dominio de las Naciones Unidas y otros quieren ir por libre.
Como es de esperar, la lían gordísima en una batalla que no debe de ir muy en serio porque no hay muertos y pocas heridas.
Hay algún héroe realmente patético como Ojo de Halcón, el más cutre de todos, con una buena puntería y nada más.
A Ant-Man (el Hombre Hormiga) le toca el papel cómico y tiene gracia que lo conviertan en gigantón.
Sale alguno nuevo, por lo menos para mí, como Pantera Negra que es la versión Cat-Woman de Marbel en chico.
Spider-Man adolescente acude a ayudar a Iron-Man y su grupo. Se promete una nueva saga del arañita.
No me preguntéis quienes formaban cada pandilla. Ya no me acuerdo o tal vez nunca me enteré.
Vuelve a salir el asesinato de los padres de Iron-Man. Ya aburre el rollo de huérfano atormentado.
Las peleas son un guirigay, donde lo que más reina es la confusión. Movimientos de cámara mareantes y docenas de héroes con habilidades diversas me aturdieron.
No aparecen (sorprendentemente) ni Hulk, ni Thor, tal vez por ser los más poderosos. Uno es un dios y el otro una bestia.
Lo más curioso es que el villano es solo un tío malo, retorcido, pero sin superpoderes. Interpretado por el barcelonés Daniel Brühl (Barón Zemo).
Me planteo alguna pregunta:
¿Por qué los españoles hacen de malvados en Hollywood?
¿Es casualidad que hayan elegido a un catalán?
¿Se parecen Carles Puigdemont y Daniel Brühl?
En resumen: la peli se deja ver, pero confunde más que divierte.
Rememoro la primera, con agrado, dirigida por mi admirado Brian de Palma de 1996.
De las demás el recuerdo es vago. Todas eran olvidables.
De ésta nueva entrega de las aventuras de Ethan Hunt había oído hablar elogiosamente: “Buenas escenas de acción”.
Se ha insistido mucho en que el propio Tom Cruise realizaba todas las tomas peligrosas. Este muchachote, según la wikipedia de 170 cm de estatura, ya ha cumplido 52 años y, ligeramente retocado, se le ve estupendo.
Efectivamente esta quinta entrega de la saga es una sucesión de escenas de acción, inconexas, sin hilo argumental creíble.
Es una especie de homenaje al gran Tom Cruise. Toda la campaña publicitaria que le ha rodeado no es más que incidir en lo mismo: lo majo que es y lo bien que está para sus años.
Lo que no le puedo perdonar a este individuo que haya traicionado el espíritu original de la serie televisiva de los sesenta. Un grupo de agentes realizan una misión imposible en colaboración, en equipo, sin que haya un superhéroe que eclipse la labor de todos.
Pues bien, Tom Cruise ha cogido una música estupenda y un título referencial, le ha dado la vuelta y ha conseguido crear un producto para mayor loa de su persona. El equipo solo es una comparsa de este superhéroe llamado Ethan Hunt.
Triste y penoso que la crítica haya aplaudido este circo mediático y cinematográfico.
Porque las proezas de este individuo están vacías y son una burda imitación de otros 007.
El cine palomitero parece que solo se puede entregar a los superhéroes. Porque Ethan Hunt posee todas esas cualidades y lo que es peor se nos intenta hacer ver que su actor también. Penoso engaño en el que no se debe caer.
El inicio de la peli es sensacional. Un plano secuencia imposible, rodado con todas las herramientas de la tecnología actual.
En ese plano que abre el film está la esencia de la peli. Es resto del metraje se podría obviar y simplemente poner: Los 140 minutos restantes son lo mismo , pero un poco peor.
Estos Vengadores se agotan al comenzar, en un torbellino de imágenes, en una montaña rusa mareante que no da respiro al espectador, con una vocación de divertir, a toda costa.
Pero todo es más de lo mismo, sin nada de originalidad, con poco humor (que es lo que suele salvar estas producciones), con un guión calcado a su anterior… Todo suena a ya visto.
Empiezo a estar confuso, sumergido en este mar sin fondo de super-hérores: los Fantásticos, los X-men, los Guardianes de la Galaxia (que es de lo mejor), Superman, el Arañita, el Murcielaguito…
Todos se mezclan en mi senil cabeza y no salvo ya nada.
Hay un público, juvenil, que solo consume estos productos de seres con superpoderes, a los que también debería incluir, Sinsajos y Divergentes, que no quieren más que otra vez lo mismo, ver en bucle la misma peli.
Me considero un tragaldabas, pero esto es demasiado.
Imaginemos que me gustan las ensaladas y el brócoli, pero dejo de consumir carne, pescado, huevos y me hago vegano. En primer lugar mi vida sería más triste y en segundo seguramente no estaría bien nutrido (lo digo con fundamento que tengo un máster en nutrición).
Esto está pasando con nuestros jóvenes que se han vuelto superhéroenívoros.