Mi madre está pasando unos días en casa. Tiene 82 u 84 años (no está demasiado claro) y la última película que había ido a ver al cine era “Sé infiel y no mires con quien” de Fernando Trueba en 1985, es decir no iba al cine desde hace 24 años.
Ella siempre ha sido seguidora de la serie “El Equipo A” y de hecho la sigue viendo en algún canal autonómico. Le ofrecí ver la peli en el cine y aceptó con ciertas reticencias.
La sala le pareció descomunal, la pantalla demasiado grande, el sonido infernal y la película sensacional.
Los actores que encarnan a los personajes de la serie no le defraudaron para nada.
Clarita siempre ha sido una entusiasta del cine de acción o más bien del cine de patadas y esta película le encantó. Salió contenta, bromeando con que necesitaba una tortilla de aspirinas.
Este “Equipo A” es una mezcla bien resuelta de acción y humor, que no traiciona el espíritu de la serie, pero actualizada a las modas del cine de ahora.
Es una especie de capítulo piloto de la serie (una precuela) que plantea con gracia como se conocieron los personajes y el porqué son perseguidos.
Para divertirse con esta peli hay que dejarse llevar y disfrutar, las exigencias a un lado.
La serie de la que no me considero seguidor tenía un tono algo infantil con una violencia blanca sin sangre, era curioso pues no solía haber asesinatos y los malos eran todos capturados o huían.
En la peli la acción es más madura, hay asesinatos y sangre pero sin excesos y los efectos especiales son asombrosos llegando a traspasar la línea que delimita el cómic.
Los incondicionales no se sentirán defraudados (que se lo digan a Clarita) y los escépticos, como yo, saldrán aliviados.