Idol está basada en hechos reales.
La primera parte cuenta las peripecias de unos niños en la Franja de Gaza.
A ratos funciona bien y en otros chirría.
Es la historia de un Joselito palestino y de su hermana enferma con insuficiencia renal.
El doblaje es funesto para la peli. Los niños parecen el Repelente Niño Vicente, con un tonito horroroso.
Supongo que en la versión original las voces serán más adecuadas.
Plagada de momentos sentimentales que resultan bastante ridículos.
La segunda parte es como una fábula en la que se cumple el sueño de triunfar en un concurso televisivo, el Arab Idol.
El director mezcla imágenes reales con otras de ficción para narrar la expectación que causó en Palestina la final de este concurso.
Puede parecer mentira que un concurso despierte tantas pasiones y una a un pueblo.
Pero esto lo hemos visto en nuestro país.
Por ejemplo cuando Massiel, en 1968, ganó Eurovisión no se hablaba de otra cosa. Fue un revulsivo para el país.
Otro hito histórico que movilizó a todos fue ganar el Mundial de Fútbol en 2010.
La peli se centra más en los aspectos personales que en los sociológicos, posiblemente los más interesantes.
Un asunto que me ha parecido muy raro es que el actor que interpreta a Mohammad Assaf es más feo que la persona real.
Una peli plagada de defectos, que aún así resulta interesante.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
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