Esta jornada particular a la francesa me ha resultado levemente atractiva.
Esa aventura sentimental y sexual de un día entre una cuarentañera y un señor más madurito no termina de convencerme.
Hay algo de forzado en toda la trama. Como si la presencia constante del reloj no terminara de permitir que encajen los tiempos.
En algunos momentos pretende ser comedia y resulta insoportable. En otros drama y te dan ganas de pedir socorro.
Intenta tener ese estilo cadencioso muy francés, pero la narración se lastra con los primeros planos innecesarios de Emmanuelle Devos que a mí me parece que no termina de recrear bien su personaje.
Incluso las escenas con personajes secundarios me resultan forzadas. La discusión con la hermana. El amigo pesado que habla de la deuda externa. Incluso las conversaciones telefónicas con la madre.
Al final cuando se pretende crear una especie de clímax sentimental llega a rozar el ridículo.
Después de escribir todo lo anterior tengo que rectificar. En lugar de levemente atractiva debería decir un coñazo integral.
Tenía mucho interés en ver esta peli que ha sido multipremiada: (la lista de premios no hace falta leerla)
Oscar: Mejor película de habla no inglesa. 5 Nominaciones, incluyendo película
Festival de Cannes: Palma de Oro (Mejor película)
5 Premios César, incluyendo mejor película y director. 10 nominaciones
Globos de Oro: Mejor película de habla no inglesa
Premios del Cine Europeo: Mejor película, director, actor y actriz. 6 nominaciones
Critics Choice Awards: Mejor película de habla no inglesa. 2 nominaciones
2 Premios BAFTA: Mejor película extranjera y actriz (Riva). 4 nominaciones
Independent Spirit Awards: Mejor película extranjera
Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera
National Board of Review (NBR): Mejor película extranjera
Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor película
Satellite Awards: Nominada a Mejor película extranjera y mejor actriz (Riva)
Premios Guldbagge: Mejor película extranjera.
Hace unos años di cursos de Geriatría y de Alzheimer, si hubiera existido esta peli, la hubiera puesto a las alumnas, sin lugar a dudas, porque relata de manera minuciosa el proceso de degradación física que produce, en este caso, la enfermedad cerecebrovascular y la demencia vascular y el sufrimiento que lleva para la paciente y para el cuidador.
Haneke se enfrenta a un reto difícil y poco comercial. La historia es esencialmente triste y los protagonistas son dos ancianos que van deteriorándose hasta la muerte.
Este director siempre me ha parecido muy interesante y su anterior peli La cinta blanca me pareció extraordinaria.
Aquí coloca la cámara con distancia, usa planos fijos, no usa banda musical, salvo lo que se escucha como música en el trascurso de la peli. El ritmo es pausado, tranquilo, detallista. Su mirada es distante, fría. Desde luego no se le puede acusar de sensiblero. Deja todo en manos de los actores y apela a la sensibilidad del espectador.
Hay momentos magníficos como cuando Trintignant escucha un CD e imagina a su esposa tocando el piano.
Esta obra venerada por los críticos y que ha obtenido tantos galardones, a mí no me ha gustado. Ese distanciamiento del autor me molesta, tal vez le imprima verdad pero a mí no me implica lo suficiente.
Y lo que no le puedo disculpar a la peli es que sea tan aburrida. El cine es arte y entretenimiento. Y según mi opinión aquí tal vez haya mucho arte pero nada de entretenimiento.
Segundo preestreno al que acudo en mi vida. Maravillosa compañía la de Mar. Saludamos a Oscar, gerente de los multicines, con el que compartimos sala y comentarios sobre ésta y otras pelis antes de empezar.
Nada que declarar es una peli francesa dirigida por Dany Boon, el director de moda en el país vecino, muy popular a raíz de su peli Bienvenidos al Norte, todo un taquillazo en la Galia y con cierta repercusión en España.
Bienvenidos al Norte se reía de los prejuicios de los franceses del Sur sobre los franceses del Norte y fue una película que me pareció entretenida, aunque un poco irregular.
Nada que declarar trata de ser, desde el primer fotograma, una comedia disparatada. Esta vez habla de las relaciones entre belgas y franceses en el marco histórico de la desaparición de las fronteras en al Unión Europea en 1993.
Empecemos hablando de la dirección. El abuso de los primeros planos resulta irritante, pensando mucho en el mercado televisivo. El manejo de la cámara es impersonal sin nada de interés.
Sigamos por el guión. Decir penoso significaría que da pena y eso sería tener compasión y yo no quiero tenerla. El desarrollo de la trama es horroroso con un relato infantiloide, exento absolutamente de interés por predecible. Desarrollos patéticos que producen auténtica vergüenza ajena. El guión pretende desarrollar una “comedia amable” y lo que obtiene es un esperpento grotesco que no llega ni al nivel de las comedias de Esteso y Pajares o de Ozores de los ochenta.
Los personajes son solo caricaturas (en el peor sentido del término). Los actores gesticulan de manera incomprensible degradando aún más el conjunto.
Debe quedar claro que solo es mi opinión. La sala estaba llena y muchos de los asistentes se partían de risa y daban grandes carcajadas. A mí, esta ¿peli?, solo consiguió arrancarme alguna leve sonrisa en un par de ocasiones. No le veía la gracia por ninguna parte y desde luego no me entretuvo para nada. ¿Habré perdido el sentido del humor?
Escribo la crítica lo más rápidamente posible porque si esperara un poco seguro que la olvidaría, o eso espero.