El nombre de Brad Bird parece, en principio, marchamo de calidad.
Es conocido sobre todo por las películas Ratatouille, Los Increíbles y El gigante de hierro, con las dos primeras ganó el Oscar.
Tomorrowland está llena de fantasía, de sorpresas, de momentos increíbles, con mucha acción, mensaje ecologista y optimista, aquéllo de pensar en positivo.
¿Entonces por qué es tan aburrida?
¿Por qué es un coñazo y se hace interminable?
¿Qué resortes no funcionan para qué con elementos tan positivos sea un fiasco?
Pues, la verdad, no lo sé.
Tal vez sea un guión demasiado absurdo, que no se termina de comprender. Al salir de la sala tienes que pensar el rollito del pin.
A George Clooney se le ve desganado.
Hugh Laurie haciendo de malo nos recuerda demasiado al Doctor House.
Britt Robertson no tiene carisma. Una actriz olvidable.
Curiosamente la mayor personalidad la tiene la audio-animatronic Raffey Cassidy que enamora a la cámara.
(Los Audio-Animatronics es la marca registrada de una forma de robótica creada por Walt Disney Imagineering para espectáculos y atracciones en los parques temáticos de Disney y posteriormente ampliados y utilizados por otras empresas. Los robots se mueven y hacen ruido, por lo general en canciones. Los Audio-Animatronics tienen movimientos programados en base a una obra musical o con efectos de sonido).
Lo de la torre Eiffel es demasiado inverosímil.
El afán por sorprender aburre.
El amorío infantil es ñoñería barata.
Las escenas finales están llenas de tanto buenismo que empalagan.
Hay tanto interés en agradar que parece que la peli te esté haciendo la pelota. El halago desmedido ofende.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Twitter @Holasoyramon
Canal de HolaSoyRamónVídeos
Todos los post ordenados alfabéticamente. Para buscar una crítica de una peli de forma sencilla…