Desde que vimos Distrito 9, Neill Blomkamp se convirtió en gran esperanza del cine de ciencia ficción.
Con Elysium la cagó.
Con ésta ha llegado a la diarrea.
Perdón por mi lenguaje grosero, pero a veces me dejó llevar…
Los robots están de moda.
Chappie es un androide al que se le implanta una inteligencia artificial sin haberle descargado la Wikipedia. Es como un niño que aprende rápido.
No es una mala idea.
El tratamiento de los personajes es infantiloide. En realidad todos parecen retrasados mentales o tontos del culo.
No son personajes de cómic, ni caricaturescos, sino esperpentos en el peor sentido del término.
El robot de buen corazón se hace muy cansino con lo de papi y mami. Llega a ser insoportable.
Hasta Hugh Jackman está ridículo con unos pantalocillos cortos con aspecto de boy scout trasnochado.
Contrasta con este tono para niños pequeños la gran cantidad de violencia que hay en la peli. Lo que la califica como especialmente detestable.
Está claro que Neill Blomkamp se ha vendido al mercado del peor cine que nos puede ofrecer Hollywood, con un final patéticamente feliz.
En los USA ha tenido mucho éxito en taquilla y concuerda bien, tiene su lógica.
Una peli de (y para) deficientes mentales cargada de violencia.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Twitter @Holasoyramon
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