El título original de la peli The Way Way Back hace referencia al asiento supletorio que tienen algunos vehículos. Tal vez este título hubiera sido más adecuado que el olvidable El camino de vuelta.
El adolescente Duncan pasa unas vacaciones con su madre, el novio de ésta y su posible hermanastra. Pero resulta que su futuro papá es un gilipollas integral (Steve Carell).
El jovencito va despistado por la vida pero su mamá también. Encuentra la salvación en un cachondo mental, el propietario de un parque acuático con un piterpanismo de tomo y lomo (Sam Rockwell).
Con estos mimbres se conforma una peli divertida y llena de emociones.
Duncan en ese verano aprende a afrontar la vida con más optimismo y alegría.
Es una peli de bajo presupuesto, tan solo cuatro millones seiscientos mil dólares.
El escenario es el típico pueblo de veraneo de las costas de Massachusetts pero que tampoco se diferencia tanto de muchos sitios de nuestro litoral.
En las vacaciones los supuestamente adultos juegan a ser adolescentes, se emborrachan, se drogan… A mí eso no me parece mal pero el tono impostado y superficial los convierten en detestables.
Steve Carell interpreta magníficamente su personaje de tontodelculo, totalmente odioso. Por cierto accedió a hacer este papel porque su lugar de vacaciones se encontraba muy cerca de donde se rodó la peli.
Toni Collette me da la impresión que siempre ha hecho de madre desde El Sexto sentido, aquí está correcta.
Sam Rockwell resulta muy entretenido. Al parecer su carácter en la vida real no se diferencia mucho del personaje.
El jovencito Liam James sabe dar a su personaje la profundidad adecuada y cabría pensar si se interpreta así mismo.
Una peli encantadora, divertida y moderadamente emotiva, bien dirigida y bien interpretada. No se puede pedir más.