Dejando aparte el ambiente testosterónico, confieso que me entretiene.
Es un canto a lo irreal, a lo imposible.
Por ejemplo, uno de estos musculosos muchachotes consigue apartar un torpedo con la mano.
No hablemos de los que se introducen en un avión en pleno vuelo.
El delirio absoluto es ver a Jason Statham repartiendo metralla y hostias como panes con un tierno bebé en la mano.
El niñico lo hace fenomenal.
Frases para la historia:
– “Te vas a llevar un bofetón que te cambiará el signo del zodiaco“.
Hay una trama de cuernos con una Elsa Pataky madre, con muy poco papel para la española.
La cornuda es Michelle Rodriguez, que no se lo toma nada mal. Como no es ibérica.
La mala es Charlize Theron que sale guapísima, con trencitas.
Protagoniza uno de los momentos más demenciales y desternillantes.
Os cuento.
Dirige de modo remoto con un teclado un submarino nuclear, pero de pronto se da cuenta que va a ser torpedeado por un proyectil en superficie (es difícil de explicar, pero es así). Empieza a gritar: “¡inmersión, inmersión!“. De mear y no echar gota.
Me dormí un ratillo, cuando me recobro de la cabezada veo caer coches del cielo. Me explica Diego que han controlado todos los vehículos de la ciudad.
La peli termina con la típica escena familiar de una comida de buen rollo.
Veremos lo que hace el chiquillo en la novena entrega.
Os pongo fotos de la Theron y de la Rodríguez. Tremendas. (Tanto andrógeno se contagia).