Cuando era crío se podía ser de Tintín o de Asterix y yo era de Asterix. Aún así leí todas las aventuras del reportero belga, la mayoría me las dejó mi amigo Julito.
Esta peli es un absoluto alarde de dirección. La inmensidad de planos y el montaje perfecto hacen de este Tintín una película colosal.
La planificación de esta producción ha requerido miles de horas de trabajo.
El resultado es impresionante. Ver El secreto del unicornio es como montarse en una montaña rusa. Se termina emocionado pero algo aturdido ante tanta impresión.
Spielberg es uno de los grandes cineastas de la historia del cine, aunque tiene detractores, en esta película demuestra que su consigna “no aburrir” hay que llevarla hasta sus últimas consecuencias. Este lema lo mantenían también otros directores como John Ford o Alfred Hitchcock y no conozco a nadie que los critique.
La banda sonora es del inconmensurable John Williams y fue nominada a los Oscar.
Segundo preestreno al que acudo en mi vida. Maravillosa compañía la de Mar. Saludamos a Oscar, gerente de los multicines, con el que compartimos sala y comentarios sobre ésta y otras pelis antes de empezar.
Nada que declarar es una peli francesa dirigida por Dany Boon, el director de moda en el país vecino, muy popular a raíz de su peli Bienvenidos al Norte, todo un taquillazo en la Galia y con cierta repercusión en España.
Bienvenidos al Norte se reía de los prejuicios de los franceses del Sur sobre los franceses del Norte y fue una película que me pareció entretenida, aunque un poco irregular.
Nada que declarar trata de ser, desde el primer fotograma, una comedia disparatada. Esta vez habla de las relaciones entre belgas y franceses en el marco histórico de la desaparición de las fronteras en al Unión Europea en 1993.
Empecemos hablando de la dirección. El abuso de los primeros planos resulta irritante, pensando mucho en el mercado televisivo. El manejo de la cámara es impersonal sin nada de interés.
Sigamos por el guión. Decir penoso significaría que da pena y eso sería tener compasión y yo no quiero tenerla. El desarrollo de la trama es horroroso con un relato infantiloide, exento absolutamente de interés por predecible. Desarrollos patéticos que producen auténtica vergüenza ajena. El guión pretende desarrollar una “comedia amable” y lo que obtiene es un esperpento grotesco que no llega ni al nivel de las comedias de Esteso y Pajares o de Ozores de los ochenta.
Los personajes son solo caricaturas (en el peor sentido del término). Los actores gesticulan de manera incomprensible degradando aún más el conjunto.
Debe quedar claro que solo es mi opinión. La sala estaba llena y muchos de los asistentes se partían de risa y daban grandes carcajadas. A mí, esta ¿peli?, solo consiguió arrancarme alguna leve sonrisa en un par de ocasiones. No le veía la gracia por ninguna parte y desde luego no me entretuvo para nada. ¿Habré perdido el sentido del humor?
Escribo la crítica lo más rápidamente posible porque si esperara un poco seguro que la olvidaría, o eso espero.
Marta y yo fuimos a ver esta peli el día de su cumpleaños. Nuestra predisposición no podía ser mejor, nos gustan los musicales y nos gusta Christina Aguilera. Nos encontramos con mi amigo Oscar que nos invitó a refrescos y bocabits. El cine estaba casi vacío. Nada podía salir mal.
Hablemos primero de lo malo. El argumento es lo contrario a original (supongo que habrá una palabra pero no la conozco). Es la historia mil veces vista sin salirse ni una micra de lo esperado.
Los personajes son los habituales: dueña de club dura pero con corazón de gominola, amigo de la dueña gracioso, guapo malo de aviesas intenciones, chico pobre pero tobueno y honrado como pocos, chica estupenda que vive el sueño americano, chica mala pero que luego se vuelve buena…
Pero ha llegado el momento esperado. Hablemos de lo bueno. Los números musicales son sensacionales. La dirección es correcta con un muy buen montaje, intercalando en los números musicales pequeñas escenas de diálogo que hacen que la película avance. La fotografía es magnífica.
Cher interpreta dos números musicales estupendos pero metidos con calzador. Su cara es como una máscara, a duras penas puede abrir y cerrar los ojos y tal vez haya algo de movilidad en los labios, pero esto es discutible.
Christina Aguilera es la gran revelación de la película. Baila y canta de forma prodigiosa y además la cámara la quiere. Interpreta bien un papel muy difícil donde podría haber caído en el ridículo como ha ocurrido con otras cantantes metidas a actrices. Hasta este momento Christina Aguilera solo me gustaba, a partir de ahora me declaro devoto seguidor de ella, su más incondicional admirador. Espero que le lleguen buenos guiones en el futuro, si con este infumable guión (yo lo pongo con acento) ha hecho una maravilla que no hará con uno bueno.
Stanley Tucci interpreta un papel muy agradecido pero lo hace bien aunque tal vez empiece a encasillarse.
Mar y yo salimos contentos de haber visto la peli. Nos lo habíamos pasado fenomenal. Nos llevamos a casa un buen gusto de boca. ¿Somos poco exigentes? Tal vez nos guste el musical o es que ¿la principiante Christina Aguilera había salvado todo del desastre?