S. Craig Zahle, sino inventa un nuevo género, el Western de terror, al menos lo revitaliza.
Una historia sencilla.
La esposa de un vaquero con conocimientos médicos y un ayudante del sheriff son secuestrados por una tribu de indios trogloditas. El vaquero, el sheriff, un señoritingo y un anciano inician su persecución.
Me impresiona el tono realista y verosímil de la travesía por el desierto.
Parece que los protagonistas se han aprendido bien el manual de supervivencia y lo siguen a las mil maravillas.
El encuentro con los indios es brutal. Me llama la atención la tendencia de estos indígenas de aspecto arenoso a meter cosas por la boca.
Hay escenas que mezclan gore con terror.
En mi retina han quedado grabadas a fuego las imagenes de esas embarazadas con palos clavados en los ojos.
De Steven Craig Zahler, director de 46 años, nacido en Florida, he visto hace unas semanas Brawl in Cell Block 99. Con solo estas dos pelis ya me he vuelto incondicional.
Jaume Collet-Serra se ha afincado en los USA. Su última peli Infierno azul me gustó.
Impresionante como dirige las escenas de acción.
El comienzo, con ese montaje, con continuas elipsis, para mostrarnos la vida cotidiana es maravilloso.
Jaume nos mete en una vorágine de imágenes, de secuencias de acción en las que no te da tiempo para pensar, para digerir un guión cogido con alfileres.
Funciona mientras ves la peli. Si te dejas arrastrar por este torrente narrativo, te lo puedes pasar, incluso, bien.
Pero claro, la peli no soporta la reflexión.
Pensando un poco todo resulta falso y tramposo.
No hay que negar que los 105 minutos de peli, trascurren sin sentir.
Cuando en 1980 cuatro amigos viajamos por Europa en un R5 nos encontramos en París con McDonald’s.
Julito que había pasado temporadas en los USA ya lo conocía.
Para nosotros McDonald’s era símbolo de modernidad. Algo novedoso y sorprendente.
Ya sé que es un emblema del imperialismo yanqui.
Pero no puedo evitar ser incondicional de la Coca- Cola y de los restaurantes de comida rápida.
Al universo americano lo admiro, más que lo desprecio.
No he compartido la opinión de la progresía de este país en considerar a los USA como el enemigo.
Desde luego no llego a la simplicidad de considerar todo lo que viene de ahí como pernicioso.
Dicho esto, comprenderéis que vaya con curiosidad a ver esta peli sobre Ray Kroc.
John Lee Hancock nos narra certeramente la historia.
Los hermanos Richard y Maurice McDonald idean un sistema para ofertar una comida estándar de calidad, a un precio muy asequible y con una rapidez pasmosa.
Cuatro palabras claves: sistema, calidad, rapidez y barato.
La peli nos muestra muchos aspectos interesantes.
Cómo se crea una franquicia.
La necesidad de la implicación directa de los jefes para el buen funcionamiento.
Es mejor contar con personas motivadas que con dinero.
El valor añadido de la juventud y de la voluntad.
Buscar donde está el negocio de verdad.
Y podría seguir…
Es un manual de cómo hacer próspero un negocio.
Ray Kroc se portó como un canalla con los hermanos McDonal.
Hay un momento terrible cuando Kroc les ofrece un apretón de manos a los hermanos para cerrar un trato. El espectador y los contratantes comprenden que les están engañando.
La peli, además de didáctica, es divertida.
A partir de ahora miraré cuantos pepinillos tiene mi Grand McExtreme de McDonald’s Cheese & Sweet Peppers.
“Se han cambiado los nombres para respetar a los vivos. Pero se han mantenido los hechos para respetar a los muertos”.
Este Fargo II recopila todo lo positivo que se puede esperar de una serie.
Hay elementos de comedia negra de los Cohen, intriga, asesinatos a lo Tarantino y mucha diversión y mala leche.
Con el retrato de fondo de esa América profunda, conservadora, rural, en la que nunca pasa nada hasta que de pronto la situación se derrumba y los crímenes se suceden en avalancha.
Donde dos personajes simples y bobalicones como son el carnicero y la peluquera, ni son tan simples, ni son bobos.
Saben defenderse y de ser las víctimas propiciatorias pasan a ser verdaderos supervivientes.
Hay algo en ellos que me crea complicidad. Con ellos me siento identificado.
Son el americano medio, con anhelos pequeños en mundos pequeños, pero que en situaciones extremas reaccionan y se hacen grandes, invencibles.
Imposible llegar a contar los cadáveres.
No hay personaje desperdiciado, ni mal construido.
Además se juega hábilmente con el tempo cinematográfico para contar la historia desde diferentes puntos de vista, jugando de manera fascinante con el espectador.
Una serie excepcional, de lo mejor que se ha hecho para televisión.
¿Porqué el indio hace lo que hace?
Nos quedaremos con la incógnita, lo que nos permite elaborar teorías personales.
El mítico cómic de Alan Moore y Dave Gibbons se atrevió a llevarlo a la pantalla el polémico Zack Snyder.
El jueves pasado Jose y Susana, los excelentes coordinadores de Taller de Cine de Azuqueca de Henares, nos pusieron los créditos iniciales de esta película.
Ya los había visto y me volvieron a fascinar.
Decidí revisitar la película para volver a comprobar que mantenía mi interés.
Me quedé perplejo ante las sabias reflexiones de mis compañeros de curso. No pude más que callar e intentar comprender.
Lo mejor era aplicar ese viejo dicho: “más vale estar callado y parecer tonto que hablar y confirmar que lo eres“.
Watchmen me volvió a producir una intensa experiencia.
Ese pasado alternativo (mundo distópico que podía haber sido y no fue) me atrae sobremanera.
Me encanta que Nixon siga siendo presidente al ganar la Guerra de Vietnam con la inestimable ayuda de Doctor Manhattan.
Con la escusa de la investigación del asesinato de El Comediante vamos conociendo a estos super-héroes y sus historias.
Hay un fondo oscuro y deshonesto, con mucha turbiedad moral en la trama general de la historia, pero el final es un poco manido y desentona con lo anterior.
En general me arrebató.
Los personajes:
Jackie Earle Haley (1961, EE. UU.) como Walter Kovacs / Rorschach:
Un antihéroe que continúa con sus actividades aún cuando se encuentran prohibidas por la ley.
Con el transcurso del tiempo, pasa de ser un héroe «blando» a un asesino justiciero que ve el mundo como blanco o negro.
Cruel, calculador, descarnado.
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Patrick Wilson (1973, EE. UU.) como Daniel Dreiberg/Búho Nocturno II:
Un superhéroe retirado y experto en tecnología.
Un poco blandito para mi gusto, mucho más si lo comparamos con Rorschach o El Comediante.
El idilio que mantiene con Espectro de Seda II es un pastelón, con música de Leonard Cohen incluida.
No puede caer mal un tipo tan bueno.
Me gusta que le resulte tan estimulante volver a ponerse el disfraz.
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Billy Crudup (1968, EE. UU.) como Dr. Jon Osterman / Doctor Manhattan:
Un superhéroe y genio que trabaja para el gobierno de los Estados Unidos.
Su historia es muy humana y muy divina.
Sus poderes le convierten en una especie de dios y esta nueva naturaleza le hace ver a la humanidad desde un punto de vista nihilista.
Su distancia de lo humano le permite contemplar desde un prisma exterior la naturaleza del hombre.
El amor le redime y el descubrir el milagro que puede aparecer entre la raza humana.
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Jeffrey Dean Morgan (1966, EE. UU.) como Edward Blake / El Comediante:
Un vigilante respaldado por el gobierno de los Estados Unidos.
Un mal bicho, sin escrúpulos, sin barreras morales, un auténtico psicópata.
Tiene frases en la peli absolutamente destructivas, como cuando habla del “sueño americano cumplido“.
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Malin Akerman (1978, Suecia) como Laurie Juspeczyk / Espectro de Seda II:
Es el eje de la historia.
Varios de los personajes giran a su alrededor.
Impresionante en traje de faena.
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Matthew Goode (1978, Reino Unido) como Adrian Veidt / Ozymandias:
Un superhéroe que, tras haberse retirado, hizo pública su identidad.
El malvado que tira la piedra y esconde la mano.
Aunque las piedras que tira son de una destrucción bestial.
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Carla Gugino (1971, EE. UU.) como Sally Jupiter / Espectro de Seda:
Una superheroína ya anciana y retirada, madre de Laurie Juspeczyk.
El personaje de Gugino aparece con 25 años en los 40 y hasta los 67 años en los 80.
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Matt Frewer (1958, EE. UU.) como Edgar Jacobi / Moloch el Místico:
Un anciano a quien de joven se conocía como uno de los criminales más importantes y un ilusionista, actualmente rehabilitado.
Niall Matter (1980, Canadá) como Polilla:
Pese a que no forma parte de la trama principal de la historia, aparece en flashbacks cuando, durante sus últimos años, su cordura se vio comprometida.