Soy rendido seguidor de esta saga. Acudo con Fer a una sala con muchos niños, algunos demasiado pequeños.
Peter Jackson nos ofrece más de lo mismo: aventuras, acción, emoción, fantasía… Todo con una factura técnica perfecta. Con unas imágenes estupendas. Lo dicho, más de lo mismo.
La labor de Jackson es colosal. Coordinar a un equipo tan extenso de personas, para que el resultado final sea tan brillante, es muy meritorio.
Aparecen enanos, hobbits, humanos, horcos, brujos, cambiapieles, elfos, dragones, huargos… ¿Y los trasgos, dónde están los tragos?
Esta segunda entrega de El Hobbit tiene un tono menos infantil que El Hobbit: Un viaje inesperado, se nota la mano en el guión de Guillermo del Toro.
Memorable el episodio de los barriles con ese aire de atracción de parque acuático, tan magníficamente rodado.
Bienvenida la incorporación de la perdida Evangeline Lilly en el papel de Tauriel. Su amor imposible con el enano Kili me encanta.
Los planos generales con esos bellos paisajes neozelandeses me entusiasman (puro cine para ver en pantalla grande).
Como ya he dicho en otras ocasiones, el cine es diversión y es arte. Aquí hay mucha diversión.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
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