Esta peli holandesa nos da la visión de unos niños de la guerra, en su pueblo ocupado por los alemanes.
Hay cosas que escapan a su comprensión, pero se enfrentan a una cruda realidad de colaboracionistas, resistencia… con injusticias y adversidades graves.
La visión infantil es lo mejor de la peli que pierde cuando se retrata el mundo de los adultos.
La peli cuenta con una magnífica fotografía. Cuando se habla de este aspecto es que otros factores flaquean.
Es una oportunidad desaprovechada.
La historia ya ha sido mil veces contada.
Las escenas de acción se resuelven torpemente.
Hay cierta carencia de emociones, con una preocupación excesiva por lo estético, más que por lo ético.
Aún así, la peli se ve con agrado e interesa desde el principio.
Lo peor el alcalde nazi del pueblecito, una especie de caricatura que se mueve entre lo ridículo y lo penoso.