La peli es tan divertida que aunque no tengas referencias de la cultura pop y no sepas nada de vídeojuegos te gustará seguro.
Steven ha hecho una peli que encaja perfectamente conmigo.
Todos conocemos la satisfacción que se siente al montar un puzzle. Cuando colocamos las últimas piezas y encajan a la perfección. No falta ninguna y cada una está en su sitio.
Esa misma sensación he tenido cuando ha terminado Ready Player One.
Empecemos por ese plano secuencia imposible con el que nos abre la película, ya casi me meo encima.
La presentación de ese futuro distópico es colosal, abrumadoramente certera y bien explicada.
La introducción en ese juego de realidad virtual (Oasis) está tan bien relatada que me olvido que es una voz en off (del protagonista).
Cuando la realidad es penosa encontramos la felicidad en la evasión de este Oasis (o del cine).
El recorrido por los espacios virtuales buscando los tres enigmas está fenomenal.
Las deducciones son verosímiles y bien contadas.
Hay aventura y épica.
El mensaje de la utilidad del grupo, del equipo y la lucha contra los grandes.
Pero además se incorporan miles de guiños de la cultura pop, que habrá que analizar en próximos visionados.
Sí, porque esta peli merece ser vista más de una vez, para encontrar referencias que conozco y otras muchas que no aprecio y debería saber, porque son puntos claves de una cultura que ha marcado nuestras vidas.
Ready Player One une dos grandes pasiones mías: el cine y los juegos de PC.
El cine lo ejerzo con voluntad, pero para los juegos no encuentro tiempo.
Solo me dedico a ello los días que visito anualmente la Euskal Encounter.
Se podría decir que soy un jugador teórico.
En los 140 minutos que dura la peli, que pasan como un relámpago, he vivido las aventuras de Wade Watts, he luchado, corrido, conducido, bailado, me he enamorado, he encontrado el valor de la amistad.
Steven Spielberg ha hecho una peli perfecta, menos para Don Carlos Boyero que se ha aburrido: “Puedo quejarme del inmenso tedio que me procura una historia frenética y llena de ruido, persecuciones y combates entre avatares. Y tampoco tiene el menor poder de conmoción la gente real”.
Spielberg está empeñado en retratar la historia de Estados Unidos.
Por cierto, piensa hacer Indiana Jones 5y después un remake de West Side Story. ¡Qué Dios nos proteja!
La peli comienza con poco interés, un poco cansina, pero el maestro de Cincinnati consigue darle un ritmo progresivo, convirtiéndola en una película muy interesante.
Se trata de una precuela de la añorada Todos los hombres del presidente de 1976 dirigida por Alan J. Pakula.
Plantea cuestiones de plena actualidad, como el papel de la prensa en una democracia, la influencia de los poderes fácticos en la información, las obligaciones de los periodistas a informar.
Katherine Graham (Meryl Streep) es la dueña de The Washington Post, se enfrenta a una difícil decisión. Una mujer que hasta ese momento no había cogido las riendas de su vida, ni de su periódico decide hacer “lo correcto”.
Hanks solvente y la Streep impresionante.
Una estupenda peli, con ese tono didáctico que suele dar a sus obras históricas el mago de Hollywood.
La escena de las rotativas en marcha al final de la película me emocionaron.
Cuando esto ocurre, me distraigo pensando calificativos para mi crítica. Algo ingenioso.
No me dan ganas de abandonar la sala, pero el ritmo cadencioso y la falta de interés me superan.
(Pensé que nunca en la vida llegaría a decir esto:)
Pero de pronto aparece la Reina de Inglaterra y la historia se hace divertida e interesante.
Me parto de risa con ese desayuno.
Al final me emociona, me contenta, me entretiene.
Es como si Steven Spielberg me hubiera preparado durante 90 minutos para disfrutar 25.
Si vas con niños mantenlos distraídos con palomitas y chuches hasta que aparezca Elizabeth Alexandra Mary II. Ya sé que es difícil, pero para ti no es imposible.
Para que una peli funcione lo ideal es contar con un buen guión, unos buenos actores y una buena dirección.
A veces, con todo eso unido puede salir un bodrio. Y lo contrario.
En esto del cine, y del arte en general, no hay fórmulas predeterminadas infalibles.
En El puente de los espías han metido mano en el guión los hermanos Coen y se nota.
La ha dirigido con maestría Spielberg.
La protagonizado el solvente Tom Hanks.
Y el resultado es magnífico.
El puente de los espías tiene ese aire a cine clásico de calidad, con el toque autoral de Spielberg.
Este director ha ido dejando atrás el cine de entretenimiento, que tanto buenos momentos nos ha dado, para cobrar un carácter más personal, más propio.
El abogado de éxito James B. Donovan deja su confortable vida de litigador de seguros para resolver un embolado de padre y muy señor mío.
Es un hombre justo, responsable, que cree en lo que hace. Es el Atticus Finch de los espías.
Lleno de confianza porque sabe que le ampara la razón y la justicia.
La trama comienza como una peli de juicios para transformarse en una peli de espías.
¿Porqué el Señor Donovan se convierte en un gran negociador? Porque detrás de sus argumentos hay un fondo moral una carga de justicia incontestable.
Dentro de la trama hay muchos aspectos notables.
El retrato de ese momento histórico de la creación del Muro de Berlín.
El adiestramiento de esos pilotos norteamericanos para ejercer como espías y las exigencias más allá de lo moral.
Resulta grotesco el trato que recibe el abogado Donoban en Berlín, tanto por parte de los agentes de la CIA como de los soviéticos. Con ese ejercicio de humillación de la persona, posiblemente para hacerlo más vulnerable.
Encomiable la entereza y la dignidad que mantiene el personaje de Tom Hanks en todo momento.
Spielberg no puede evitar adornar la historia con toques de sensiblería que a mí me resultan molestos, pero, lo cierto es que no se excede, sabe controlar esos malos impulsos.
El puente de los espías es una gran peli, posiblemente una de las mejores de este año.
Tal vez le sobren las escenas iniciales y finales en el cementerio en Normandía que son muy de Spielberg. Todos tenemos nuestros defectos.
En Salvar al soldado Ryan hay emoción, realismo, ética de la guerra, la dosis necesaria de patriotismo…
Steven demuestra que es un gran director con dominio absoluto de los recursos narrativos, del montaje y del sonido.
Hacía tiempo que no la veía. La echaba de menos.
Curiosidades y anécdotas:
Steven Spielberg eligió a Matt Damon como Ryan porque quería un actor desconocido con una mirada All-American.
No sabía que Damon iba a ganar un Oscar por El indomable Will Hunting (1997) y convertirse en una estrella de la noche a la mañana antes del estreno de la película.
Los dos soldados “alemanes” que se rinden hablaban checo.
Decían:
– “¡Por favor, no me dispare, no soy alemán, soy checo, Yo no maté a nadie, soy checo!”.
Eran miembros de lo que los alemanes llaman Ost [Este] de los batallones, los hombres hechos prisioneros en los países del este de Europa invadida por Alemania y forzados a luchar con su ejército.
La cámara se mueve durante las explosiones.
Steven Spielberg usó simulacros unidos a la cámara que se activaban cuando era necesario para producir ese efecto.
En la versión alemana doblada de la película, uno de los actores era un veterano alemán de la invasión de Normandía, no pudo realizar su trabajo porque la emoción se lo impidió y hubo de ser reemplazado.
Mel Gibson y Harrison Ford se consideraron para el papel de capitán John Miller, antes que Steven Spielberg se decidiera por Tom Hanks.
Todos los actores principales fueron sometidos a varios días de entrenamiento militar que resultó ser agotador, a excepción de Matt Damon, que se libró, de manera que los otros actores transmitirían ese resentimiento en sus actuaciones.
La película fue bloqueada por la Junta de Censura de la India por demasiada violencia.
El Consejo exigió recortes que Steven Spielberg se negó a hacer y en su lugar, decidió no lanzar la película en la India en absoluto.
Al darse cuenta de la gravedad de la situación, el entonces Ministro del Interior de la India vio la película.
Impresionado, ordenó que fuera exhibida sin cortes.
La escena Omaha Beach cuestó 11 millones de dólares.
Participaron hasta mil extras, muchos de ellos miembros de la Reserva del Ejército irlandés.
De esos extras, treinta eran amputados.
La película más taquillera de 1998 en los Estados Unidos.
También fue la última película de clasificación R que lideró la taquilla hasta El Francotirador (2014).
Muchos veteranos del Día D felicitaron al director Steven Spielberg para la autenticidad de la película, incluyendo al actor James Doohan , más conocido como Scotty de La conquista del espacio (1966).
Doohan perdió el dedo medio de su mano derecha y fue herido en la pierna durante la guerra.
Además, participó en la invasión de Normandía el 6 de junio de 1944, en Juno Beach, donde la tercera división de infantería canadiense lideró el ataque.
Elogió a Spielberg para no olvidar ningún detalle sangriento.
Matt Damon improvisó la historia que cuenta hacia el final de la película sobre su hermano en el granero con la chica fea.
El discurso era incoherente y no particularmente divertido o interesante, pero el equipo decidió que por eso funcionaba.
El Departamento de Asuntos de Veteranos estableció un número especial 800 para ayudar a los cientos de ex soldados que se sintieron traumatizados después de ver la película.
Steven Spielberg redujo la saturación de color de la película en un 60% por razones artísticas.
Los dos principales proveedores estadounidenses de satélite (DirecTV y Dish Newtork) y numerosos proveedores de televisión por cable recibieron muchas quejas de usuarios que protestaban por el color defectuoso, por lo que se vieron obligados a aumentar la saturación del color.
En 2006, Tom Hanks fue exaltado al Salón de la Fama del bosque del ejército de Estados Unidos como miembro honorario, en gran parte gracias a su interpretación del capitán John Miller.
Edward Norton se le ofreció el papel de soldado Ryan, pero lo rechazó para trabajar en American History X (1998) en su lugar.
Dos de las lanchas de desembarco utilizado en las escenas de Omaha Beach se usaron realmente en la Segunda Guerra Mundial.
40 barriles de sangre falsa se utilizaron en la escena de la batalla del inicio.
Los efectos de sonido de disparos que se escuchan en la película fueron grabados de tiros reales con munición auténtica de armas de época.
El papel de Caparzo fue escrito especialmente para un desconocido Vin Diesel después que el director Steven Spielberg vio la peli independiente Strays (1997), de la que era director, guionista y productor.
Solo se permitió llamar a los actores por los nombres de sus personajes.
La batalla de la playa de Omaha fue filmada durante un período de cuatro semanas, sin storyboard previo.
La primera película de DreamWorks que costó más de 100 millones de dólares.
Como Steven Spielberg se negó a cortar las escenas violentas, la película fue prohibida en Malasia.
El historiador militar y autor Stephen Ambrose, en una proyección especial de la película para él, tuvo que pedir que la peli se detuviera durante 20 minutos.
No podía controlar su emoción.
Inspirada en la historia real de los hermanos Niland.
Frederick Niland estaba en el Regimiento de Infantería 501.
Hermanos de sangre (2001), producida por Steven Spielberg y Tom Hanks, contó la historia de otra unidad la 101 Airborne, la Compañía Easy..
Billy Bob Thornton rechazó el papel del sargento Horvath porque él no quería filmar las escenas de la playa de Normandía, debido a una fobia de agua.
Al escritor Robert Rodat se le ocurrió la historia de la película en 1994, cuando vio un monumento dedicado a los cuatro hijos de Agnes Allison de Port Carbon, Pennsylvania.
Los hermanos murieron en la guerra civil americana.
Rodat decidió escribir una historia similar durante la Segunda Guerra Mundial.
El guión fue presentado al productor Mark Gordon , quien luego se lo entregó a Tom Hanks.
Finalmente fue dado a Steven Spielberg, quien decidió dirigirla
Vin Diesel cobró 100.000 dólares por el papel de Caparzo, cuando todavía era un actor muy poco conocido.
La intervención de Industrial Light & Magic se minimizó significativamente a fin que no pareciera una película de efectos especiales.
La contribución de ILM, sin embargo, fue sutil pero muy necesaria ya que la mayoría de los impactos de bala en el ataque Omaha Beach fueron creados digitalmente.
El asedio en el pueblo de Ramelle fue filmado en un conjunto creado en un campo de aviación en desuso en Hatfield, Inglaterra.
El puente tan valientemente defendido, en realidad atraviesa un profundo canal de tres pies creado para la película.
Para lograr un “look” único para la película, el director de fotografía Janusz Kaminski ajustó el obturador película de 90 grados para crear imágenes más nítidas, más realistas.
Tom Sizemore rechazó un papel en La Línea delgada roja (1998) de Terrence Malick, para aparecer en esta película.
Los dos tanques Tiger alemanes en la película eran de hecho rusos T-34, tanques modificados para parecerse lo más posibles a los tanques Tiger.
El rodaje cambió desde el Reino Unido a Irlanda después de que el Ministerio de Defensa británico se negara a proporcionar el número de soldados que se pidieron para actuar como extras en la película.
Las Fuerzas de Defensa de Irlanda suministraron 2.500 hombres procedentes de una mezcla de unidades de las FCA (Reserva del Ejército) y Slua Muiri (Navy).
Steven Spielberg afirmó que considera a la película como un regalo a su anciano padre, un veterano de la Segunda Guerra Mundial.
El ex presidente de Estados Unidos George W. Bushs la considera su película favorita.
Una de las últimas películas que se editó en laserdisc en noviembre de 1999.
Laserdiscs dejó de ser fabricado a finales de ese año.
La técnico de sonido foley, Jana Vance se lesionó tres costillas mientras cargaba equipo pesado y botas militares para los efectos de sonido de una escena.
Éste es el último largometraje de Steven Spielberg del siglo XX.
La película contiene cuatro actores convertidos posteriormente en directores en el reparto: Tom Hanks, Edward Burns, Adam Goldberg y Vin Diesel.
Esta película fue una coproducción de DreamWorks y Paramount Pictures.
DreamWorks la distribuyó en América del Norte y Paramount realizó el lanzamiento internacional.
Fue estrenada el mismo año que La delgada línea roja.
Premios:
1998: 5 Oscars: Director, fotografía, montaje, sonido, efectos sonoros. 11 nom. Increíblemente el Oscar a la mejor peli se lo llevó Shakespeare in love.
1998: 2 Globos de Oro: Mejor película: Drama, director. 5 nominaciones.