El incio es un alarde de barroquismo visual y de intento imaginativo que resulta a veces irritante.
Los personajes son poco consistentes lo que impide que conectemos con ellos. La insistencia en pretender sorprender resulta agotadora.
Poco a poco el colorido visual inicial se va transformando en blanco y negro y el optimismo se torna tristeza y desolación. Aparece un cuento tenebroso y terrorífico, asfixiante y terrible. Produce auténtico miedo.
Audrey Tautou le imprime a su interpretación un tono de novela romántica que recuerda a las tuberculosas del siglo XIX.
Hay un personaje muy interesante que es interpretado por Gad Elmaleh, obsesionado con comprar novelas o artículos de coleccionista de un escritor llamado Jean-Sol Partre, su compulsión le lleva a la ruina personal y económica.
Esta peli puede apasionar o molestar pero no es fácil de olvidar.
En la ficha técnica de la peli consta una duración de 125 minutos pero la versión que vi yo solo dura 95. No he encontrado explicación.