Cortometraje de la película Paris Je t’aime (2006) dirigido por el canadiense Vincenzo Natali en el que un joven turista (Elija Wood) se encuentra con una extraña vampiresa (Olga Kurylenko) en un barrio de París.
Con una fotografía fascinante y con una sangre roja tan atrayente, la bellísima Olga Kurylenko se apiada del joven Elija Wood.
Ya sabéis que hay besos recatados, en los labios, con lengua y (los que aquí se dan) con sangre.
Yo no los he probado, pero por lo felices que se les ve, parecen estupendos.
Jaco Van Dormael compone una peli más que inclasificable. La podemos encuadrar en muy diversos géneros.
Se trata de una comedia negra, irreverente e iconoclasta, con dosis de aventura infantil y sátira religiosa y social.
La premisa: Dios vive en Bruselas y es un cabrón de tomo y lomo. Anula a su esposa, maltrata a su hija e inventa putadas para fastidiar al ser humano.
Cuando abandona su enclaustramiento demuestra ser un inadaptado social.
Su hija decide buscar 6 apóstoles y un evangelista. Se nos introduce en la vida de estos personajes, abusando de la voz en off.
Más que comicidad hay patetismo en el relato, que resulta fascinante en tanto en cuanto a su originalidad.
Tal vez la broma se alarga demasiado.
En la sala estábamos unas cincuenta personas. Era curioso ver como no nos reíamos sincronizadamente. Había momentos que me hacían gracia, pero nadie me acompañaba. En ocasiones eran otras personas las que se reían ante situaciones en las que yo no encontraba la comicidad.
Algunos de los relatos de los apóstoles, que funcionan como cortos independientes, son especialmente llamativos.
El amor entre la joven mutilada y el asesino que posiblemente termine depilándose.
Pero el episodio más estrambótico es el del amor de Catherine Deneuve con un gorila hecho y derecho. Una mezcla de bestialismo y geronfilia de lo más turbador.
Hay un estilo recargado de contar la historia a lo Amélie (Jean-Pierre Jeunet).
Es una peli que da mucho al comentario posterior.
He sentido una mezcla entre fascinación y decepción.
En la casa es una película inteligente y muy entretenida que bucea por el arte de contar historias y la atracción que producen en el lector, pero también explora la existencia de una familia de clase media.
Siempre existe la duda en el espectador sobre que es realidad y que es ficción y de hecho eso se entremezcla en escenas gloriosas.
Me interesa especialmente el punto de vista del joven escritor, que vive con un padre enfermo, abandonado por su madre y que además es un chico rarito, brillante en matemáticas y de fácil prosa que encuentra en el profesor algo parecido a un padre al que ama, desprecia y castiga al mismo tiempo. Su inteligencia lo hace cruel, irónico y sarcástico. Todo un personaje.
Especialmente divertida es la crítica al arte contemporáneo.
Una peli brillante y extremadamente interesante. Imprescindibleeeeeeeeeeeeeeee.