Ayer contemplé estupefacto las imágenes que emitían las televisiones.
Ciudadanos se manifestaban pacíficamente en una manifestación autorizada y la policía cargaba con una brutalidad inusitada sobre ellos, sin provocación. Muchos manifestantes levantaban las manos en señal de indefensión y los policías les golpeaban con sus porras de manera terrible.
Unos policías agarran a una chica y la golpean, su novio se acerca para protegerla, intenta cubrirla con su cuerpo. Los agentes de la autoridad los separan, los golpean, los llevan detenidos. A ella la agarran del cuello y la arrastran (minuto 4.10 del vídeo). La acusarán de resistencia a la autoridad y de vandalismo. Posiblemente la multarán o incluso la condenarán a prisión. En cualquier caso pasará la noche en un frío calabozo y en la mejor de las situaciones no sufrirá más malos tratos. De esta muchacha no sabemos el nombre, y probablemente no sabremos más de ella. Pero es una víctima, una de las muchas, de la brutalidad de la policía y de una injusticia manifiesta de este sistema.
Escribo desde la indignación más absoluta, que quede bien claro.
Si viviéramos en un verdadero estado de derecho a estos policías agresores se les detendría, se les acusaría de delito de lesiones, se les condenaría a lo que la ley estableciera. A sus mandos se les condenaría por dar órdenes delictivas. Y los responsables políticos dimitirían y asumirían sus responsabilidades e incluso se les juzgaría para dirimir si han transgredido la Ley.
Pero en este país nada de esto va ocurrir. Los policías son esbirros, mal pagados pero parece ser que agradecimos, de un poder político corrompido que en lugar de proteger a sus ciudadanos manda a energúmenos para que les agredan y les vejen.
Que haya indignados en este país es lo razonable, lo raro es que no haya más. Lo natural es protestar contra este sistema opresor que mantiene una policía para sustentar los privilegios de una clase política. Y eso lo vimos diáfano ayer.
En mi opinión el Ministro del Interior, la Delegada del Gobierno, los mandos policiales, los policías, todos responsables de las tropelías contempladas ayer el 25S, son miserables. No es consentible en una sociedad que se dice democrática y bajo el imperio de la ley que todos ellos salgan impunes. Pero lamentablemente va a ser así.
Como no cambien las cosas vamos al desastre. Un gobierno no se puede sustentar en el ejercicio de la violencia hacia sus ciudadanos, eso lo desligitima.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
Todos los post ordenados alfabéticamente. Para buscar una crítica de una peli de forma sencilla…
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Hola Ramon, tremendas imagenes.. y en las noticias dando una version distinta, como q los manifestantes son unos vándalos… Cómo me cabrea ver ésto.
Lo peor es que si conocemos a esa chica, sabemos como se llama y sabemos que no fue violenta en ningún momento… 🙁