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El título en español es más poético que el americano, pero no tiene que ver nada con la trama, ¿o sí?.
Durante unos años de juventud (y estupidez) en los que ejercí de cultureta desprecié la ciencia ficción.
Todo cambió cuando fui a ver Star Wars que luego se subtitularía Una nueva esperanza. Entré en un mundo fascinante de diversión y entretenimiento.
Fui menospreciado por amigos culturetas que luego han coleccionado figuritas de RD2 D2 y de C3 PO.
Con los años ha ido creciendo mi afición a las distopías y ahora soy fan absoluto.
Hay que aclarar que los culturetas de la época adoraban Fahrenheit 451 de Truffaut y 2001: A Space Odyssey de Kubrick.
No conocía Soylent Green y ha sido un gran descubrimiento.
Hay dos temas dentro de esta producción.
Por un lado la distopía futurista de un mundo superpoblado, pobre, donde los recursos naturales han desaparecido y la comida más preciada son una galletitas de color verde que solo se reparten una vez por semana.
La mayoría de la población es indigente y hay ricos que tienen agua corriente y disponen de jóvenes doncellas.
Por otro lado la historia de la investigación por parte de un policía que lo que más teme es perder su empleo.
Podía ser un noir, pero falta la femme fatal.
Charlton Heston es un detective moderadamente corrupto, pero deseoso de conocer la verdad.
Todos los personajes sudan una barbaridad, especialmente el sargento negro, en un planeta sometido al calentamiento global. Asombroso que una peli de los setenta ya hablara de esta cuestión.
Contamos también con la presencia de Edward G. Robinson y con el cameo de Joseph Cotten. Siempre es un placer verlos en pantalla.
La trama policial solo es un pretexto para presentarnos una sociedad terrible y desquiciada (capitalismo llevado al extremo) , una especie de aviso a navegantes de un futuro posible.
Es curioso que Heston, siempre considerado un mal actor, haya protagonizado algunas de las mejores pelis de la historia del cine.
Que no nos caiga bien por ser miembro de la Asociación Nacional del Rifle no quita para que en su época fuera un ídolo del cine, por eso merece nuestro respeto. No olvidemos que fue Moisés, Ben-Hur, George Taylor en El Planeta de los simios o El Cid.
Soylent Green me ha encantado y me ha parecido tremendamente actual.
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Mi puntuación: 7,83/10.
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El director Richard Fleischer:
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Muchos besos y muchas gracias.
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Chistes y críticas en holasoyramon.com
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
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En Vimeo: vimeo.com/holasoyramon
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Un truco para encontrar la crítica de una peli rápidamente:
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Tags: Brock Peters, Charlton Heston, Chuck Connors, Ciencia ficción. Intriga. Thriller | Thriller futurista. Distopía. Policíaco. Película de culto, Cuando el destino nos alcance, Edward G. Robinson, Joseph Cotten, Leigh Taylor-Young, Mike Henry, Paula Kelly, Richard Fleischer, Soylent Green, Stephen Young, Taller de Cine de Azuqueca de Henares, Whit Bissell
Decía el gran Isaac Asimov que la Ciencia Ficción no es un género sino un decorado.
Esta definición, discutible, se adapta perfectamente a un tipo de novelas de las que el propio Asimov fue uno de los grandes maestros: las de detectives ambientadas en el futuro. Su saga de Elijah Baley es una de las cumbres de éste subgénero.
Los que me conocéis sabéis que soy un forofo de la Ciencia Ficción: en cine, en cómic y en novela.
La película que hoy nos han puesto en el cineclub es lo más parecido que he visto en cine a ése concepto tan Asimoviano de la Ciencia Ficción como decorado (“aroma” creo que lo llamaba él). Por eso es normal que entre quienes somos forofos de la literatura de Ci-Fi sea una película de culto: pocas veces hemos visto en pantalla grande tan bien representado el éspiritu de un tipo de Ciencia Ficción fundamental en las novelas de los años 50 y 60 e injustamente olvidado por Hollywood.
Dejando aparte filias personales y los méritos ya comentados creo que la película Soylent Green (título espantoso que en mi opinión es casi un spoiler; mucho mejor hubiera estado dejar el título de la novela original “¡Make room, make room!” o incluso el poético “Cuando el destino nos alcance” con que se estrenó en España) es una muy buena película.
Charlton Heston me gusta mucho a pesar de lo acartonado que está -o precisamente por eso-. Edward G. Robinson que es uno de mis actores favoritos está enorme. Conmueve pensar que en la escena del rodaje de su muerte Charlton Heston ya sabía que Edward G. Robinson estaba gravemente enfermo de cáncer (de hecho murió ocho días después de terminar la película). Como curiosidad os diré que la frase que repite en varias ocasiones durante la comida “lejaim” es el brindis tradicional de los judíos: “por la vida”.
Otro aspecto de la película muy discutido pero que a mí me gusta muchísimo es el mínimo esfuerzo hecho por presentar una tecnología futurista. Parece como que el desarrollo tecnológico se hubiera detenido en los años 70 y que en todo el tiempo transcurrido la humanidad lo único que hubiera logrado es cargarse el planeta e irse al garete. Me parece un acierto: tratar de presentar tecnologías superfuturistas a la larga siempre acaba resultando mucho menos creible.
En resumen: quizás no sea una de las grandes películas de la historia del cine, ni siquiera del género de Ciencia Ficción pero tiene un encanto, un “aroma” como diría Asimov, que me ha hecho feliz.