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Ficha:
Duración: 104 min.
País: 
Reino Unido
Dirección: Bill Condon
Guion: Jeffrey Hatcher. Novela: Mitch Cullin. Personajes: Arthur Conan Doyle
Música: Carter Burwell
Fotografía: Tobias A. Schliessler
Reparto: Ian McKellen, Milo Parker, Laura Linney, Hattie Morahan, Hiroyuki Sanada…
Productora: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; See-Saw Films, Filmnation Entertainment, BBC Films
Género: Intriga. Drama | Sherlock Holmes. Años 40
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Comentario de Ramón:
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Vuelvo a ver esta estupenda peli en el Taller de cine de Azuqueca de Henares.
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Una peli de magnífica factura. Con una fotografía, unos decorados y una ambientación perfectas. Muy británica.
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Se agradece ver películas realizadas al estilo clásico, con un director que dirige sin alaracas ni egocentrismos inútiles y estériles.
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La peli se ve muy bien y emociona.
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Como soy muy vago copio la crítica de cuando fue estrenada en cines, en agosto de 2015.
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Por qué Sherlock Holmes dejó la investigación.
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Se nos presenta un Holmes nonagenario, aislado en el campo desde hace 30 años.
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Ha viajado a Japón para encontrar un extracto herbáceo para recuperar la memoria.
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Sabe que algo grave ocurrió en su último caso, que le obligó a abandonar la investigación. Conoce la historia novelada de su amigo Watson, pero no recuerda la verdad…
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Bill Condon nos muestra la contraposición entre la persona y el personaje.
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Como si Sherlock Holmes hubiera sido un personaje verídico y sus aventuras hubieran sido escritas por su amigo el Doctor Watson, en lugar de por Sir Arthur Conan Doyle.
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Watson basándose en la realidad hubiera novelado al personaje. Esa contraposición entre lo ficticio y lo real es de lo más interesante.
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Holmes se mofa de su personaje en una peli que acude a ver.
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Ya presiente cerca su fin, y con el apoyo de un niño, decide rememorar la razón por la que abandonó la investigación. Va a ser el último caso en su vida.
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La peli nos presenta el personaje con un ritmo tranquilo, el propio de un anciano y además nos muestra la dignidad del envejecimiento.
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Es una producción ya valiosa por sí misma, pero la presencia del inconmensurable Ian McKellen la hace más grande aún.
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Una interpretación llena de matices, rica, pero austera. Una lección magistral del arte dramático.
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A Ian McKellen siempre se le recordará por haber sido Gandalf y Magneto. Puede estar satisfecho pasará a la historia.
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Al final comprendemos la razón por la que Sherlock Holmes dejó la investigación criminal.
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Podía analizar los hechos y las pruebas, pero era incapaz de indagar en los sentimientos humanos y por ello se dedicó a las abejas, son más predecibles.
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Mi puntuación: 8,55/10.
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Dirigido por Bill Condon:
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Muchos besos y muchas gracias.
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Chistes y críticas en holasoyramon.com
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
En Vimeo: vimeo.com/holasoyramon
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Podría decirse que en esencia es una película sobre la vejez y sobre las cargas del pasado, sobre las frustraciones acumuladas. Lo es también sobre la posibilidad de transformación incluso en el ocaso de nuestra existencia. Nos habla de la herencia transmitida, de la curiosidad y del afecto que surge entre extraños a pesar del salto generacional y cultural. Ante todo, a mi modo de ver, nos interpela sobre la necesidad del ser humano de “ajustar cuentas” con uno mismo y con los demás al final de nuestra existencia.
Claro…también es una película sobre Sherlock Holmes.
El famoso detective se convierte aquí en un personaje muy real, incómodo con su ficción, lo cual supone un replanteamiento meta literario de un mito. Hasta que punto desmitificar a un personaje ficticio es un acto de intromisión, se puede llevar a debate, porque: ¡Jugamos con la propia nostalgia y con las vivencias juveniles de mucha gente!. Todo sea por la libertad del arte.
En cualquier obra detectivesca que se precie, cuyo protagonista utilice el método deductivo, lo más importante es involucrar al lector o al espectador, hacerle partícipe de las pistas y de los pasos que se van dando para aclarar el misterio. Se dosifican las claves, y se mantiene la intriga, a base de pequeños flashback, de “huellas” y “rastros” visuales, de ideas que parecen inconexas. Pero aquí hay algo más; se nos hace partícipe de las vivencias y las emociones del mismo detective, en este caso de Holmes, llegando a ser estas más importantes que la misma resolución del caso. Nos interesa este hombre viejo que siente miedo a sus pérdidas de memoria. Nos interesa saber que aconteció para que dejara su profesión, y sentimos curiosidad por saber hacía donde camina su relación con este niño inquieto que le recuerda a él mismo de joven. Un muchacho rebelde que se opone a un destino marcado por su madre…!tan joven y tan maduro!.
No aparece aquí el Sherlock Holmes seguro de si mismo, confiado en su raciocinio, capaz de resolver cualquier conflicto con la lógica. Tratamos con un viejo huraño y excéntrico, que afronta un verdadero caso que es el mismo, su proceder en la vida, su deseo de poner de nuevo las cosas bajo su lupa, en especial, su pasado.
Este es quizás el hilo principal en el que se fundamenta esta película; el Sherlock Holmes-personaje falto de emotividad, dotado de una inteligencia y una perspicacia superior confrontado al Sherlock Holmes real, anciano, que desvela sus sentimientos y sus carencias, su vulnerabilidad. Esa vulnerabilidad que no se apreciaba en el Sherlock Holmes clásico, en el personaje. ¡Ahora descubrirán ustedes la verdad!
Me parece extraordinario y delicado el tratamiento de ese triángulo formado por el viejo detective, el niño y la madre de éste. Las relaciones sociales terminan por modificar al individuo. El “arco del personaje” hace que la novela o el film mantengan el interés. Holmes cambia espoleado por la curiosidad de un joven. Esta relación entre la senectud y la juventud más temprana debería de conformar ya un ciclo cinematográfico. En la transmisión de conocimientos del viejo al niño, como la de los buenos maestros hacia sus alumnos, encontramos ya algo que desbarata al frio y lógico Holmes; la posibilidad de amar y ser amado.
El aprendizaje del “alumno” no es menos importante que el del “profesor”. Holmes transmite al chico su amor por las abejas, pero termina él mismo aprendiendo quizás varias lecciones que tienen que ver con los sentimientos y la afectividad, y con todo aquello que permanece oculto en el ser humano y que resulta difícil de racionalizar y de sacar a la luz con la simple lógica.
Y me pregunto, sacando un poco los pies del tiesto; en la Inglaterra victoriana inundada de avances técnicos y de progreso, de fe en la razón ¿Acaso no floreció también el misterio en la literatura, los fantasmas, los espíritus, y la representación de una realidad más allá de los sentidos? ¿Qué importancia tuvieron las teorías freudianas en las obras artísticas de la época? ¿Llegó a conocerlas nuestro detective Holmes…?
De ser así, quizás habría cambiado su técnica deductiva por la psicología analítica.
Mil gracias Ramón por este espacio.