Una tarde un famoso banquero iba en su limusina cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo césped.
Preocupado, ordenó a su chofer detenerse y bajó a investigar.
Le preguntó a uno de ellos:
- ¿Por qué están comiéndose el césped?
- No tenemos dinero para comida. -Dijo el pobre hombre- Por eso tenemos que comer césped.
- Bueno, entonces vengan a mi casa que yo los alimentaré -dijo el banquero.
- Gracias, pero tengo esposa y dos hijos conmigo. Están allí, debajo de aquél árbol.
- Que vengan también -dijo nuevamente el banquero.
Volviéndose al otro pobre hombre le dijo:
- Ud. también puede venir.
El hombre, con una voz lastimosa dijo:
- Pero, Sr., yo también tengo esposa y seis hijos conmigo.
- Pues que vengan también -respondió el banquero.
Entraron todos en el enorme y lujoso coche.
Una vez en camino, uno de los hombres miró al banquero y le dijo:
- Sr., es usted muy bueno. Muchas gracias por llevarnos a todos.
El banquero le contestó:
- ¡Hombre, no tenga vergüenza, soy muy feliz de hacerlo!
- Les va a encantar mi casa. ¡El césped está como de veinte centímetros de alto!
Moraleja:
Cuando creas que un banquero te está ayudando, piénsalo dos veces Y desconfía.
Chiste enviado por mi amiga Mariajo.
Chiste subido por Ramón el El 2012-06-21 a las 12:43:13
xxx El 2013-03-25 a las 19:34:08
como mola!xD