La aviación Norteamericana desarrolló un ingenioso dispositivo que buscaba probar la resistencia del vidrio del parabrisas de las aeronaves.
Consistía en una especie de cañón que disparaba un pollo muerto en dirección al vidrio del avión a probar.
El disparo era exacto y reproducía la velocidad con la cual un pájaro alcanzaría el avión en vuelo.
Si el parabrisas resistía la prueba de impacto, entonces soportaría una colisión con un pájaro en un vuelo real.
El Dispositivo funcionó perfectamente en centenares de pruebas efectuadas en Los Estados Unidos.
Estudiosos de RENFE, que estaban desarrollando una locomotora para el AVE, se interesaron por el cañón de pollos, pensando en aplicar la idea a los parabrisas de su nuevo tren de alta velocidad.
Entraron en contacto con los norteamericanos, consiguieron un cañón y procedieron a efectuar las pruebas.
Ya en el primer tiro, el pollo reventó el vidrio frontal del tren, quebró el panel de instrumentos, estropeó la silla del maquinista, hirió a dos técnicos que hacían ajustes en un panel y voló hasta el fondo de la locomotora, estrellándose en la pared trasera y dejando un profundo agujero en la chapa.
Los ingenieros de RENFE quedaron completamente perplejos con el sorprendente y violento resultado.
Documentaron la escena en detalle, tomaron fotos, grabaron declaraciones de testigos oculares, elaboraron documentos técnicos y enviaron toda la información a los Estados Unidos, preguntando qué era lo que habían hecho mal.
Los técnicos estadounidenses estudiaron cuidadosamente la documentación recibida y respondieron en un e-mail seco y directo:
“DESCONGELEN EL POLLO”
Chiste subido por Ramón el El 2018-11-24 a las 09:07:58
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