Se cae uno por un barranco, con la suerte de agarrarse a un arbusto en el medio del escarpado.
- ¡Socorro, socorro! -empieza a gritar el tío- ¿Hay alguien que me ayude?, ¡socorro!.
De pronto, se abren las nubes y se oye una voz atronadora.
- Hijo mío, soy DIOS. Tanto has suplicado que me he apiadado de ti. Suéltate y déjate caer, que antes de que llegues al suelo mandaré dos ángeles que te cogerán por las axilas y te depositarán suavemente en el suelo.
- Gracias, Dios mío, gracias. ¡Socorroo!, ¿hay alguien más?
Chiste subido por Ramón el El 2009-06-25 a las 12:06:01
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