Chiste: Éste era un gallego que vivía en México

Éste era un gallego que vivía en México, y se encontraba en un bar tomando un tequila; se le notaba feliz leyendo una carta.

Se le acerca un amigo y le dice:

- Venancio, que es lo que dice esa carta que te tiene tan contento.

- Es que mi mujer que vive en España, acaba de dar a luz a mi quinto hijo. -Contesta el gallego.

- Pero. ¿Cómo es eso?, si hace ya más de 5 años que tú no la ves.

- Es cierto; hace más de 5 años que no nos vemos, y sin embargo, gracias a un invento mío, cada año tenemos un hijo; y con éste que acaba de llegar, completamos 5. -Dice Venancio notablemente emocionado.

- Y.¿me podrías contar cual es tu invento para embarazar a tu mujer a distancia?

- Sí, te lo contaré porque eres mi amigo, y sé que me guardarás el secreto.

El invento mío es; que yo anualmente le envío un frasco pequeño con mi semen, ella se lo aplica y queda embarazada. ¿No te parece que soy muy inteligente?

- Yo lo que creo es que tú eres muy inocente. -Dice el amigo y agrega:

- ¿Porqué no le envías algún liquido blanco en el frasco, y esperas a ver que pasa?

El gallego se va para su casa pensando en lo que le dijo su amigo, y decide que para el próximo envío de semen preparará una mezcla con peganto blanco, harina y leche. Espera un tiempo prudencial y lo envía como siempre en un pequeño frasco.

A los 2 meses recibe una carta de su mujer anunciándole que ha quedado embarazada de nuevo.

Venancio lee la carta varias veces porque no lo puede creer.

Finalmente estruja la carta contra el pecho, cae de rodillas y exclama:

- ¡Dios mío! ¡He descubierto la fórmula del espermatozoide!