Estaba un sacerdote conduciendo hacia su parroquia,cuando se
encuentra con
una monja en la carretera, para el coche y dice:
.- Hermana, si quiere puedo acercarla al convento.
Ella sube al coche y se sienta en el lado del copiloto. Cruza las
piernas,
y el hábito se le abre un poquito, dejando a la vista parte de sus
piernas.
El sacerdote mira de reojo y sigue conduciendo, pero trás un par de
kilómetros no puede contenerse y acaricia la pierna de la monja.
.- Padre, acuérdese del Salmo 129 (dice la monja).
.- Disculpe Hermana (contesta el sacerdote avergonzado).
Unos minutos más tarde el cura vuelve a echar mano a las piernas
de la
monja y ella vuelve a decir:
.- Padre, por favor, acuérdese del Salmo 129.
.- Lo siento de nuevo (vuelve a contestar), pero la carne es
débil,
discúlpeme.
Minutos después el cura deja a la monja en su convento y cuando
llega a su
parroquia corre rápidamente hacia su Biblia, nervioso busca el
Salmo 129 y
lee:
.- Seguid buscando y allí arriba encontraréis la Gloria.
Chiste subido por Elena el El 2009-03-04 a las 11:51:50
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