Érase una vez un tío que iba por el desierto con unas ganas increíbles de meter y se cruza con unos beduinos a los que les pregunta donde se lo podía hacer.
Estos le señalan a un camello que estaba por allí atado.
Al cabo de unas horas pasan otra vez los beduinos y se empiezan a partir de risa porque allí estaba el tío intentando metérsela al camello�
El tío les pregunta por que se parten si ellos le habían dicho que el camello era la única solución.
Los beduinos le dicen que el camello era para ir a meter al pueblo de al lado.
Chiste subido por Ramón el El 2009-07-04 a las 19:57:14
Todavía no hay ningún comentario