Son dos ladrones que todos los días a las tres de la tarde roban todos los cepillos de la iglesia.
Un día el cura se cabrea y los espera detrás de la puerta con una estaca y cuando entra el primero le da un estacazo tal, que el ladrón se queda sin dientes.
En eso que sale el ladrón a la calle tapándose la boca y le dice al otro:
- ¡Anda, entra tú que a mi me da la risa!
Chiste subido por Ramón el El 2009-07-05 a las 18:04:03
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