Estaban hablando el alcalde y el maestro en la taberna:
- Hoy viene el nuevo párroco.
- ¿Y le va Vd. a avisar de la costumbre que tienen las mujeres de decir "tropezar" en vez de "cometer adulterio"?
- No, ya se enterará él.
El párroco empieza a confesar ese mismo día:
- Avemaría Purísima.
- Sin pecado concebida. A ver, hija, ¿que te pasa?
- Padre, confieso que he tropezado.
- Pero hija, eso no es pecado. Anda vete.
Así una tras otra todas las mujeres del pueblo.
El párroco termina las confesiones, va a la taberna y le dice al alcalde:
- Señor alcalde, a ver si repara las calles que las mujeres no hacen más que tropezar.
- Ja, ja, ja, ja.
- Pues no sé de qué se ríe, si su mujer es la que más tropieza.
Chiste subido por Ramón el El 2009-06-30 a las 09:50:18
Todavía no hay ningún comentario