.
.
Don Carlos Boyero ha escrito:
Scorsese no es uno de mis directores favoritos.
Es un director demasiado protagonista.
Cuando veo sus películas me da la sensación que se exhibe, que me está demostrando continuamente lo bien que lo hace, con esos movimientos de cámara, con los travelings imposibles, con el uso de la grúa…
Otro defecto es el uso pertinaz de la voz en off, que tanto detesto.
Aún así he seguido toda su filmografía que considero muy interesante.
Es uno de los mejores cineastas vivos.
A Martin siempre le interesó la religión. En 1988 rodó La última tentación de Cristo.
En Silencio nos cuenta la historia de dos misioneros que intentan evangelizar el Japón del siglo XVII, por un lado.
Y por otro todos los métodos que utiliza el poder nipón para doblegar su voluntad.
Es una historia de fe y de resistencia.
La fe que es puesta a prueba de la manera más dura.
Y la resistencia a ser colonizados primero por la religión y posiblemente después por la fuerza militar de las potencias occidentales de la época.
La narración es lenta, demasiado detallista, pero con un atractivo inmenso, por lo que cuenta y por cómo lo cuenta.
Esta vez Scorsese se deja de florituras y realiza una narración más clásica, con una cámara invisible.
Las imágenes de ese Japón feudal son estremecedoras y embriagadoras, barro incluido.
El mensaje de la peli es tan interesante, que da mucho que pensar.
Estamos ante una obra maestra.
Una de las mejores películas de Scorsese.
Solo un consejo: no pongas voz en off, es innecesaria.
Lo siento Boyero, volvemos a discrepar.
.
.
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
Todos los post ordenados alfabéticamente. Para buscar una crítica de una peli de forma sencilla…
Un truco para encontrar la crítica de una peli rápidamente:
Pon en Gloogle “hola soy ramon” y el título de la peli.
.
.
.
.
.
.
Tags: Adam Driver, Andrew Garfield, Ciarán Hinds, Drama | Siglo XVII. Religión. Japón feudal, Issei Ogata, Liam Neeson, Martin Scorsese, Nana Komatsu, Ryô Kase, Sabu (AKA Hiroyuki Tanaka), Shinya Tsukamoto, Silencio, Tadanobu Asano, Ten Miyazawa, Yoshi Oida, Yôsuke Kubozuka
Estoy de acuerdo con muchos de los puntos de tu crítica Ramón.
Scorsese es uno de los cineastas vivos más destacados y guste o no, ver su obra es nutrirse de buen cine.
La trilogía de la Religión no es mi favorita, aunque el talento esta presente, su talento se diluye ante un derroche de pasión que su fe despierta.Recordemos que Scorsese planeaba ordenarse como sacerdote y tuvo una crianza católica.
30 años ha tardado en realizar Silencio desde que leyó el libro de Shusaku Endo.
Entiendo entonces que La última Tentación de Cristo (1988) y Kundún (1997) fueron creaciones más fáciles para él y pospuso Silencio hasta encontrar su momento. La música esta a la altura que nos tiene acostumbrados,es un gran entendido.Sus películas me crean una necesidad de volver a verlas al par de días. Hay cosas en ellas que me apetece recrear de nuevo y otras que quiero descubrir, porque me resulta imposible estar atendiendo argumento y guión, cámara, música, interpretaciones,comparación con el resto de su obra, etc… será que no quiero perderme nada y se en todas ellas hay mucho talento. Dos últimas reseñas,la primera; Hay momentos que la película me ha trasmitido al igual que si entrara en un templo a meditar, ese magnifico silencio con tu interior y tanta belleza a tu alrededor y tantos lamentos escuchados.Y la segunda; El final me ha encantado. No es fácil que un final así emocione pero a mi consiguió erizarme la piel.
Muchas gracias, Fátima.
Muchos besos.
Desde mi ignorancia sobre las maneras de hacer cine, la película me ha gustado mucho. La fotografía, la estructura narrativa, el montanje….estupenda. A los dos actores principales los encuentro un poco por debajo de sus personajes. A Adán Driver, un tanto pasmarote y Andrew Garfild me resultó poco creible. El elenco japones, sin embargo, me pareció excelente. Puede parecer lenta pero requiere su tiempo preguntar e indagar sobre lo que pregunta e indaga. Hay muchos aspectos interesantes. Globalmente me pareció un particular viaje al corazón de la tiniebla como el de la novela de Konrad Lorenz, es decir a las profundidades de la condición humana en el que nos esperan sorpresas tenebrosas, aunque desde otro punto de partida y con otro itinerario. Una larga meditación sobre la fe y sus límites, sobre la razón y sus limitaciones, sobre el valor de la vida, sobre la necesidad de creer, sobre la cualidad fantasmal y escurridiza de eso que llamamos verdad, sobre la fortaleza de las convicciones, sobre la dignidad, (“¿Cuál es el lugar de los débiles en un mundo como este?” , se pregunta Ichi, uno de los personajes), sobre la legitimidad de la conversión de los otros a las ideas propias y sobre los métodos para conseguirlo, sobre la crueldad y su refinamiento, sobre el peso de lo ancestral y la ingenuidad inherente a las ideas nuevas que quieren cambiar el mundo, sobre el ansia colonizadora, sobre las complicadas aristas de las estructuras religiosas, no solo la Iglesia, dónde espiritualidad y deseo de poder van de la mano, sobre la validez de la confesión y la burla en la que puede convertirse el perdón. Me pregunto cuánto hay de viaje personal de Scorsese, me da la impresión de que bastante.
Encuentro muchas cosas en esta película. Creo que la volveré a ver.
Muchas gracias por tu comentario.
Besosssssssssssssssssssss