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Ficha:
País: EE.UU.
Duración: 97 minutos
Estudios: Paramount Pictures
Distribuidora: Manga Films
No recomendado menores de 13 años
Fechas de estreno
España: 05 Mayo 2000
Estados Unidos: 19 Mayo 2000
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Comentario:
La vi por primera vez hace casi veinte años, al poco de estrenarse.
Mi recuerdo no era bueno. No me gustó.
La vuelvo a ver de nuevo y mi opinión ha cambiado.
No he querido leer nada sobre la peli, así mi crítica es también virgen y posiblemente suicida.
Siempre me gusta el retrato de esos barrios residenciales, con bonitos y cuidados céspedes, con hermosas fachadas, con pintorescas verjas (ojo, ojito a las verjas que las carga el diablo). Urbanizaciones idílicas, pero enfermas, como nos descubre Sofía con esos viejos olmos que hay que talar.
Esos estupendos casoplones están repletos de personas mezquinas y miserables, que pueden hacer broma del suicidio ajeno.
Personas falsas con cardados imposibles y traje y corbata de uniforme cotidiano.
Casas que se convierten en cárceles para estas niñas, que se aburren hasta el infinito y detrás de su hermosa sonrisa esconden una profunda tristeza. Aunque su madre se empeñe en afirmar que su hogar está lleno de felicidad.
Una sociedad mojigata y opresiva que constriñe a las muchachas deseosas de aire fresco.
Como fondo del problema la religión. Ese catolicismo de vírgenes que sacraliza esa supuesta virtud. Como si no haber disfrutado del sexo te hiciera mejor. Con esa amenaza constante del pecado.
Tal vez Sofía Coppola vivió su infancia en un barrio así y padeció el látigo del catolicismo. Su padre Francis siempre ha tenido muy presente esa cuestión en sus películas.
Tal vez esta peli sea una liberación y una revancha de esta chica, que la rodó con tan solo 28 años.
Curiosa su elección de elegir como narradores a esos muchachos, mirones fascinados por esas muchachas bellas e inalcanzables.
No puedo dejar de preguntarme porqué esa elección. Lo lógico es que las jovencitas narraran su propia experiencia, sus sentimientos. La única explicación que se me ocurre es que la directora nos quisiera distanciar de esa realidad y miráramos con asombro, como hacen estos adolescentes subyugados, los sucesos acaecidos.
Muy divertido ver a Kathleen Turner interpretando a una señora regordeta y ultraconservadora cuando 18 años antes interpretó a la protagonista de Fuego en el cuerpo, el thriller erótico que marcó una época. Me olvidaba que también fue La pasión de China Blue.
Después del suicidio de estas muchachas, por cierto relatado como mucha elegancia, evitando el gore, la comunidad sigue con normalidad su vida, nadie se plantea el porqué, ni siquiera estos muchachos que nos relatan el suceso.
Aunque sí nos muestra que hubo consecuencias. El personaje de Josh Hartnett no parece haberlo superado y está en un centro sometido a terapia.
Un placer ver a Kirsten Dunst que aunque nos podría parecer una debutante llevaba nueve años haciendo películas. Recordemos que se inició en La hoguera de las vanidades de Brian de Palma y destacó en Entrevista con el vampiro de Neil Jordan.
No se me ocurre nada más que contar.
Seguro que los eruditos Carlos y Alberto aportarán mucho más en este blog y después en el debate del Taller de Cine ampliaremos nuestros conocimientos, debatiendo y compartiendo.
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Mi puntuación: 7,15/10.
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La directora Sofia Coppola:
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Muchos besos y muchas gracias.
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Chistes y críticas en holasoyramon.com
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
En Vimeo: vimeo.com/holasoyramon
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Un truco para encontrar la crítica de una peli rápidamente:
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Tags: James Woods, Josh Hartnett, Kathleen Turner, Kirsten Dunst, Las vírgenes suicidas, Sofía Coppola, Taller de Cine de Azuqueca de Henares
Hombre, yo creo que todos podemos aportar algo y de hecho así ocurre durante el coloquio. Sería estupendo que el resto de los asistentes del cineclub se animará a participar en el blog. Como ya he dicho en alguna ocasión y puntualizó también Carlos el primer día, estamos en familia. ¡ Venga, tiraos a la piscina que el agua está estupenda y seguro que os gusta!!.
Creo que ha sido muy acertada la inclusión de Sofía Coppola en este ciclo sobre la mujer. De su filmografía, solo he visto Lost in traslation y recuerdo que también entonces me dio la sensación de que está directora tiene una clara intención de incluir la mirada desde lo femenino en sus películas.
Respecto a la película, aunque está rodada en casi el 2000, me pareció que estaba viendo una película de los 70, no solo por la ambientación, como es obvio, sino por todo lo demás, por la manera de rodar, por la fotografía, por el planteamiento extremo…no sé, me pareció de un claro aroma setentero que me encanta. Me gustó el ritmo narrativo, sin prisa pero sin pausa, perfectamente arropado por la banda sonora (qué bonita la melodía principal, “playgroud love” del grupo Air). Los actores son todos fenomenales, a James Woods lo encontré perfecto, a Kathleen Turner hacía mucho que no la veía en pantalla, y estupenda también a pesar de los años y la enfermedad, los primeros planos de Kirsten Dunst son absolutamente cautivadores, del joven Josh Harnet que vamos a decir, vaya guaperas (¡menuda pareja! ) y los hoyitos de Leslie Hayman me chiflaron (parece que es el único papel que ha tenido en una película), se parecen a los de mi hija Camila.
Estoy de acuerdo en lo que comentas, probablemente todos hemos percibido esos elementos en la pelicula, pero no sé si eso es lo que la directora nos quería contar. Esa familia tan estricta en las reglas, de moralidad católica hasta el fundamentalismo (abundancia de crucifijos, estampitas de la virgen, tápate niña)… esa madre, verdadera transmisora de dichas reglas y dicha moralidad (las madres, paradójicamente las grandes transmisoras de una realidad que las somete, como ya hemos comentado en alguna ocasión) disciplinada, siempre socialmente correcta, fría en la relación con sus hijas pero, a su manera, plena de amor hacia ellas…ese padre también lleno de amor hacia sus hijas pero incapaz de sustraerse a las normas, incompetente, que apenas puede tomar decisiones y menos sin el permiso de su mujer…esa incomunicación que lo domina todo…esa sociedad americana acomodada, ajena a la realidad del mundo, juzgadora cruel de todo lo que acontece a través de los chismorreos …ese ambiente general asfixiante en el que no falta el aburrimiento…y por último, esas hijas adolescentes en las que todo esto incide, con sus deseos reprimidos bajo esas reglas y esa religiosidad que aborrecen y transgreden en los escasos espacios de libertad que pueden conseguir. Creo que todo esto podría quedar en lo obvio, casi en lo manido, si no fuera porque destila una particular alegoría de la adolescencia que le hace cobrar todo el sentido. Creo que Sofía Coppola nos regala su particular visión de la adolescencia, sobre todo de la adolescencia femenina. Una adolescencia que la directora sitúa entre los trece de la hija pequeña y los diecisiete de la hija mayor y en la que nos introduce a través de la evocación como recurso narrativo que me parece muy apropiado. La adolescencia, como la infancia, cuando queremos darnos cuenta, están muertas, solo pueden ser recordadas, lo demás no está claro que sea digno de recuerdo, o no en el mismo plano. En esas secuencias de días soleados en hermosas praderas de espigas amarillas con el reflejo de la luz en cabellos dorados, de momentos alegres buscando ballenas en el mar y de romanticismo desbordado en las que fugazmente aparece la figura del unicornio, parece que Sofía Cóppola nos sugiere que la naturaleza de la adolescencia femenina es esencialmente pura, virginal, soñadora. Pero también nos da una imagen un tanto disociada, contradictoria, (adolescencia al fin y al cabo), cuando estas secuencias se intercalan con otras en las que sorprende el desparpajo con que las hermanas tratan a los chavales y su capacidad de transgresión que llega al extremo en la promiscuidad de Luxe. Una adolescencia en la que las vivencias son tan intensas y tan extremas y para las chicas, según Sofía Coppola, tan diderente. Así lo expresa el narrador acordándose de la lectura del diario de Cecile “…supimos lo que era ser chica y como serlo te hacía soñar, supimos que eran mujeres disfrazadas que entienden el amor y la muerte…lo sabían todo sobre nosotros y nosotros nada sobre ellas”. Una adolescencia que inevitablemente ha de suicidarse para llegar a la cruda realidad de la edad adulta (“…lo que quedó tras ellas no era la vida, sino la más trivial de las realidades mundanas, un reloj sonando en la pared, un cuarto oscuro a mediodía, la atrocidad de una persona que sólo piensa en sí misma”). Una adolescencia cuyo entendimiento está vedado a los hombres, relegándonos a la única opción de amarlas (“…cogimos de la basura las fotos familiares. Al final, teníamos las piezas del rompecabezas pero, al intentar encajarlas, quedaban vacíos con extrañas formas, parecidos a los países que uno nunca recuerda…. no encontramos la respuesta. No importa la edad que tuvieran o que fueran chicas, solo que las amamos y que ellas no nos oyeron llamarlas y continúan sin oírnos desde fuera de esas habitaciones donde estarán solas para siempre y dónde nunca encontraremos las piezas para hacerlas encajar”). Me parece que eso es lo que nos cuenta Sofía Cóppola. Aunque también pueden ser delirios que Sofía Coppola no comparta para nada.
En el terreno de los detalles:
El movimiento de cámara en el cementerio, muchas tumbas con la bandera americana, seguro de soldados muertos en la guerra.
Qué pintan esos padres homosexuales the tryp?
El coche de tryp me encanta me parece que es un Ford Mustang de la época.
El detalle de las braguitas con el nombre de Tryp
El humo como clara alegoría a la asfixia de la convivencia en casa
Muy bonita y muy femenina la idea de acompañar a las chicas en los viajes en la imaginación y las conversaciones telefónicas solo con música propio y que probablemente inspiró a director de Amelie.
Después del suicidio colectivo de señor y la señora Lisbon “renunciaron a llevar una vida normal”.
Buenas tardes compañeros cinéfilos,
Decir bien poco, porque no quiero repetir lo que tan bien nos han comentado Ramón y Alberto. Así que seré breve y aportar algo nuevo.
•Yo me cuestiono : ¿Escogió Sofia Coppola la novela de Jeffrey Eugenides, porque de un modo u otro se sintió reflejada con esas adolescentes oprimidas por la religión católica, una familia estricta y extremadamente tradicional_ opresora?
•En el año en que Coppola realizó la película estaba casada con Spike Jonze ( excelente director en mi opinión). Estrenó ” Como ser John Malkovich, sin duda fue un buen año para ambos cinematograficamente hablando.
• Según la OMS el suicidio es la segunda causa de muerte en adolescentes.
Existen consejos preventivos para padres, para detectar la ideación suicida de sus hijo/as.
Un profesor está en contanto permanente con adolescentes, si a eso le añades que una de tus hijas se ha suicidado …¿ no debería haberse planteado que algo no iba bien? ¿ No vió señales? y ya no dentro de su familia, sino entre sus alumnos, estar pendiente puede evitar otros suicidios.
Dicen que es un tema tabú del que no se debe hablar, porque los adolescentes lo cogen de ejemplo y puede dar a suicidios en masa …
Lo bueno que tiene ser hijo/a de… es que tienes ya hecha la publicidad. Lo malo que generas demasiadas espectativas y luego pasa lo que pasa. Quizás por eso a Ramón no le gustó cuando la vio por primera vez. A mí me ha pasado lo mismo: la veo por primera vez y no me ha gustado nada.
No sé que me resulta más repugnante: la sociedad a la que se pone en solfa o la cortedad de miras con que la directora la presenta: personajes estereotipados, planos, previsibles… todo tan evidente y tan fácil que dan ganas de ponerse del lado de los “malos”.
Como suele suceder en el cine yankee la película se ve bien gracias a la potente fotografía y al excelente reparto pero en conjunto la obra promete mucho más de lo que da. Es una pena porque el tema era muy interesante: las diferencias entre los dos sexos en la adolescencia y la dificultad de entendernos unos y otras es algo por lo que todos hemos pasado y que necesariamente nos tiene que tocar. Entre lo poco bueno de la película me quedo con esta frase escrita en el diario de una de ellas: “los chicos no saben nada de nosotras y nosotras lo sabemos todo de ellos.” Real como la vida misma: en aquellos años nosotros teníamos muy claro que a las chicas no había forma de entenderlas mientras que ellas creían saberlo todo sobre nosotros… y en ello radicaba su mayor fortaleza y su principal debilidad.