La idea de Alejandro González Iñárritu que un rifle sirva de conexión para tres historias no es original. Ya se le ocurrió a Anthony Mann en 1950 con la estupenda Winchester 73.
Pero ahora estamos en la época de la globalización y los relatos se encuentran en tres continentes.
El director de 21 gramos nos introduce en los dramas personales en localizaciones diferentes. Coloca la cámara para implicar al espectador, para despertar sentimientos en él.
El cambio de escenario nos permite descansar y no saturarnos de sentimientos y eso lo maneja con habilidad pasmosa.
Esa globalización se observa sobre todo en la información. Un suceso ocurrido en un remoto paraje de Marruecos es noticia en todos los telediarios mundiales pero porque afecta a una ciudadana norteamericana. Si el disparo fortuito lo hubiera recibido una marroquí nunca hubiera sido noticia.
El realizador de Biutiful nos habla de incomunicación, de violencia, de falta de solidaridad, de injusticia, de desigualdad.
Los personajes sufren por motivos diferentes, en ambientes diferentes, pero sufren al fin y al cabo. Separados por la distancia y por la situación social se encuentran unidos por el padecimiento personal.
Todos los actores lo hacen fenomenal, señal inequívoca que han sido muy bien dirigidos por González Iñárritu.
Me declaro devoto admirador de Cate Blanchett (la maravillosa Galadriel de El señor de los anillos).
Brad Pitt demuestra una vez más que es un gran actor y además sabe sacrificar su status de estrella para interpretar un papel que no es el de absoluto protagonista.
Lo mejor de esta peli es que el revoltijo de historias y de emociones no confunden al espectador.
La vi con mis compañeros del Club Amigos de Cine. De nuevo se ha vuelto a elegir una peli muy interesante para comentar. Estoy seguro que en esta ocasión todos vamos a estar más de acuerdo que con las de Michael Haneke, reciente Premio Príncipe de Asturias (¡Lo que hay que ver!).
Muchos besos y muchas gracias.
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara y Alcarria TV
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
Todos los post ordenados alfabéticamente. Para buscar una crítica de una peli de forma sencilla…
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Tags: 21 gramos, Adriana Barraza, Boubker Ait El Caid, Brad Pitt, Cate Blanchett, Clifton Collins Jr., Club Amigos de Cine, El señor de los anillos: La comunidad del anillo, Elle Fanning, Gael Garcia Bernal, Guillermo Arriaga, Koji Yakusho, Marruecos, Premio Príncipe de Asturias, Rinko Kikuchi, Said Tarchani, Winchester 73
Babel(2006)es la tercera película de historias cruzadas que junto a “Amores perros”(2000) y “21 gramos”(2003) cierra la conocida Trilogía de la Muerte del equipo formado por Alejandro González Iñarritu (dirección) y Guillermo Arriaga (guión), ambos mejicanos.
Aunque no ha pasado demasiado tiempo, y éste siempre se erige en juez de la Historia del Cine, estoy convencido que en la primera década del S-XXI , esta enorme trilogía será referencia obligada a la hora de analizar y entender el devenir del arte cinematográfico de esta nueva era.
El azahar verdadero mcguffin y motor de todas las historias es la excusa para hablar del sempiterno tema de la Condición Humana, nada más y nada menos.
¿Cómo contarlo? Hay radica el reto, una nueva vuelta de tuerca para los grandes temas de siempre: Muerte,Incomunicación, Soledad, Culpa, Redención, Amor, Solidaridad,…,
y es entonces cuando el lenguaje cinematográfico se convierte en la herramienta indispensable con la
que construir este enorme fresco humano que viaja de lo local a lo universal.
1.Cámara en mano (puro nervio pero con pulso firme) y deconstrucción del montaje,son probablemente dos de los recursos más acertados y característicos de toda la trilogía. Iñarritu no inventa nada, ni falta que le hace, firma su autoría con una sinceridad desbordante, emociónes a flor de piel para unas imágenes tan potentes (enormes primerísimos primeros planos) como poéticas (me quedo con el fotograma de los dos niños marroquíes dejándose mecer por el aire en el inmenso paisaje africano).
2. Excelente y original tratamiento de los actores. Pese al constante uso del montaje, la dirección de Iñarritu multiplica las posibilidades dramáticas de todo el plantel de actores que han intervenido en la trilogía, si las estrellas conocidas (Cate Blanchet, Naomi Watts, Sean Penn, Benicio del Toro, Brad Pitt,…)están a la altura de las circunstancias, incluso generosamente al servicio de la historia y no de su ego,mención aparte es la excelsa interpretación del conjunto de actores menos conocidos que pueblan las diferentes historias (me rindo ante la niñera mejicana y el padre marroquí, son verdad y vida).Personas universales con todos sus-nuestros conflictos, que no personajes, ni juzgados ni sobrevalorados, simplemente mostrados (mujeres y hombres espejo).
3.La banda sonora, entendiendo no sólo las canciones y música incidental, siempre al servicio de las imágenes, bien elegidas y bien utilizadas (la boda mejicana es un autentico recital de sonidos varios, tan de verdad que cuando interrumpe el sonido directo de la fiesta y la orquesta contratada con la canción de Chavela Vargas,en vez de sufrir un posible anticlimax impostado, el corazón se te encoje un poco y notas la emoción más profunda, la emoción más humana). El sonido de las ciudades y de los pueblos, de las gentes y los animales, los silencios, los ruidos, los acentos,…todo suena nuevamente sincero.
4.Los detalles: el arte del matiz. El cine, a diferencia del teatro, permite recrear todo tipo de actos y acciones insignificantes, pequeñas, que pasan de puntillas en un primer visionado, pero que su percepción cuando están tan bién reflejadas, dimensionan por mil escenas y secuencias ya de por sí soberbias. Sutileza y maestría para ejecutarlas le sobran al director, sus tres películas cuentas con cientos de segundos intensos (el rostro intercalado por fogonazos de luz de la actriz japonesa en la discoteca al descubrir besando a su amiga al chico que le gusta, me parece un buen ejemplo).
Cine con mayúsculas.