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Ficha:
País: 
Francia
Dirección: René Clément
Guion: René Clément, Paul Gégauff. Novela: Patricia Highsmith
Música: Nino Rota
Fotografía: Henri Decaë
Reparto: Alain Delon, Maurice Ronet, Billy Kearns, Marie Laforêt, Elvire Popesco…
Productora: Coproducción Francia-Italia; Paris-Films Productions, Titanus
Género: Intriga. Thriller | Policíaco. Crimen. Polar francés. Amistad. Celos. Thriller psicológico
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Comentario de Ramón:
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Tanto esfuerzo delictivo para nada.
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El Polar es un término que se dio a cintas francesas de intriga criminal muy influenciadas por los maestros del cine negro de Hollywood de los años 40 (también por el suspense) y por novelistas policiacos como Raymond Chandler o Dashiell Hammett.
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El Polar se queda con las gabardinas y los coches americanos, pero no nos habla de héroes ni de finales felices, sino que se aleja del maniqueísmo y lo que nos ofrece, a cambio, son personajes fatalistas con una mayor profundidad psicológica, que la que muestran los protagonistas del policíaco estadounidense.
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Son personajes ambiguos y fríos, del todo lacónicos, que se mueven en escenarios en los que abunda la corrupción y donde siempre es demasiado tarde para cambiar las cosas.
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El Polar pone al mismo nivel al delincuente y al policía y es ahí donde radica su interés y el punto exacto en el que se distancia del film noir americano.
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A pleno solo, no es, a mi modo de ver, el ejemplo perfecto de Polar.
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El más puro de los polares es esencialmente lacónico, con muy reducidos diálogos y de todo punto imprevisible.
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Sus personajes suelen carecer de expresividad y se muestran fríos y distantes.
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Tom Ripley, al que da vida un guapísimo Alain Delon, se mueve fundamentalmente por la envidia.
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Ansía de Philippe su fortuna, su educación, su familia y su novia Marge.
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Cuando lo ejecuta no está cometiendo un asesinado sino un acto de justicia hacia su persona.
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Llama la atención su frialdad. No le tiembla la mano y no tiene cargo de conciencia.
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Nos podemos preguntar si con sus maniobras pretende obtener a Marge o por medio de ella la fortuna de Philippe. La respuesta es sencilla: las dos cosas.
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La parte inicial llena de juerga, borracheras y diálogos absurdos, me molesta. Al fin y al cabo soy un puritano.
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Los momentos en que se ejecutan los crímenes y hay ausencia de conversaciones, sin embrago, me encantan.
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Está muy certero el retrato de lo difícil que es deshacerse de un cadáver y lo que pesa un muerto.
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El final no es feliz para nadie, menos para Tom.
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Comentar la tóxica relación entre Philippe, un maltratador de libro, y la bella Marge, a la que da vida Marie Laforêt.
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Mi puntuación: 7,55/10.
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Dirigido por René Clément:
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Algunas curiosidades:
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La entonces novia de Alain Delon, Romy Schneider, aparece en la primera escena como amiga de Freddie Miles.
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La autora Patricia Highsmith, en cuya novela “Plein soleil” se basó, expresó su satisfacción con la película, a la que calificó de “muy hermosa a la vista e interesante para el intelecto“, y con la interpretación de Alain Delon como Tom Ripley.
Sin embargo, se sintió decepcionada con el final de la película y lo calificó como “una concesión terrible a la llamada moralidad pública”.
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En una entrevista de 1966, Marie Laforet dijo que lamentaba haber tomado el papel en esta película.
Dijo que sentía que era demasiado joven en ese momento y que se había dejado “influir por demasiadas cosas a su alrededor“, y que había perdido la oportunidad de hacerlo bien.
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El velero Marge era un yate de 60 pies llamado, en realidad, “Lasse“, diseñado por Johan Anker y construido en Dinamarca en 1940.
Restaurado en los años 70, luego reconstruido por completo hace unos 10 años.
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Jacques Charrier rechazó el papel de Philippe Greenleaf porque, recién casado con Brigitte Bardot, no quería rodar en localizaciones del sur de Italia.
Maurice Ronet lo reemplazó.
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John Malkovich comentó en una entrevista con la BBC que estuvo cerca de dirigir El talento de Mr. Ripley (1999) y que estaba en negociaciones para obtener los derechos para dirigir un remake de la primera adaptación de “Talented Mr Ripley“, “Plein Soleil“.
Malkovich luego interpretó a Tom Ripley en El juego de Ripley (2002).
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Los nombres de algunos de los personajes principales son diferentes a los de la novela: Dickie Greenleaf se convierte en Philippe Greenleaf y Marge Sherwood se convierte en Marge Duval.
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Muchos besos y muchas gracias.
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Chistes y críticas en holasoyramon.com
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Canal de YouTube: HolaSoyRamónVídeos
En Vimeo: vimeo.com/holasoyramon
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El talento de Patricia Highsmith
La luz clara y diáfana del Mediterráneo, los azules intensos del agua, el sol sobre la vela blanca y los cuerpos, los diálogos parcos, las miradas intensas en los primeros planos…todo para crear una atmósfera que parece precipitarnos hacia un punto crucial, hacia el momento álgido de la trama; un segundo en el que, como en “el Extranjero” de Camús, sucede el acontecimiento apenas motivado del asesinato.
Después, la intriga, el no saber si el criminal, atractivo e inteligente, podrá salvarse y seguir escabulléndose de su destino. En los libros que Patricia Highsmith dedica a Tom Ripley, el asesino se apodera de la escena y se convierte en protagonista. Sale vencedor con su falta de moralidad o quizás por conducirse con una moralidad personal y asocial. Esa capacidad para la supervivencia le hace interesante al espectador, al tiempo que nos mueve a la contradicción, al deseo de salvarle o de castigarle definitivamente.
Este Tom Ripley interpretado por Alain Delon es un personaje sin fisuras, libre de empatías que lastren su ambición, que consiste sobre todo en el deseo de superar sus propias frustraciones. Ambición de ser otro, o de no ser el mismo; de nuevo la pregunta de los existencialistas, pero formulada por la mente enferma de un desclasado, un solitario, un individuo del que se sospecha una infancia terrible.
Me gusta este Ripley no tan hablador como el de Minghela, menos visible y más sugerido. Le veo a veces más cercano al personaje que representa Denis Hooper en “el amigo americano”, ambos con identica capacidad resolutiva, pero Hooper con una vena de humor, un rictus de cinismo gélido del que carece el mas esotérico Delon.
El héroe de la novela de intriga ya no es un detective, ni un policía, ni la victoria del bien sobre el mal. El héroe es un sociópata con una personalidad bien definida, que no parece tener límites. Un criminal inteligente guiado por su propia escala de valores, seducido por la vida de los otros, o al menos de lo que los otros poseen.
Tal vez simplemente se trate de un individuo enfermo, aquejado de una soledad incurable, que se deja llevar por los acontecimientos que la vida le coloca por delante y que es capaz de sortear sin más, sin preguntas, aunque para ello tenga que recurrir al asesinato más o menos accidental.
Curiosidades: Delón coincide de nuevo con Maurice Ronet y Romy Schneider en “la Piscina”, y Maurice Ronet es ese guapo sargento francés de la película “Carmen la de Ronda” del que acaba enamorándose nuestra Sara Montiel.