Cutrecomentario de Ramón:
El derecho a enterrar a nuestros muertos.
Más de siete décadas después, y tras una larga travesía por el lado oscuro de un país acomplejado por su pasado, Pepica, la hija de José, una anciana ya octogenaria que tenía 8 años cuando mataron a su padre, logró por fin localizar y recuperar sus restos para restaurar su dignidad…
Tres son los grandes protagonistas de esta historia.
José Celda que fue fusilado terminada la Guerra y enterrado en una fosa común en el cementerio de Paterna.
Su hija Pepica Celda que después de más de setenta años consiguió recuperar los restos de su padre.
Leoncio Badía era el enterrador en esa época en ese cementerio. Gracias a él se pudieron localizar las fosas comunes e identificar los restos humanos.
El tema de la memoria histórica, qué tanta polémica ha levantado, para mí resulta diáfano.
Los familiares de los muertos durante y después de la guerra civil tienen el derecho de identificar sus restos y enterrarlos dignamente.
Todos los muertos en la Segunda Guerra Mundial están enterrados e identificados correctamente y estamos hablando de más de veinte millones de personas.
En España después de tantos años aún tenemos esa cuestión pendiente.
Nuestra transición se basó en el olvido y el perdón. Un perdón, por cierto, que no tuvieron los perdedores.
Nadie habla de investigar delitos contra la humanidad, que los hubo, ni de genocidio político, que también lo hubo, sino de enterrar dignamente a los muertos y respetar su memoria.
Los que niegan, impiden y dificultan esta recuperación de la dignidad, parece que tuvieran sentimiento de culpa o de vergüenza y mala conciencia, y por ello quieren taparlo.
Se ha tenido la intención deliberada de olvidar el pasado, de esconderlo. De ahí esos comentarios incesantes que solo se hacen películas de la Guerra Civil, cuando precisamente es lo contrario. Como la serie de Rodrigo Sorogoyen sobre este asunto que nunca verá la luz, porque ninguna productora está dispuesta a meterse en el proyecto.
El franquismo honró a sus muertos durante 40 años, ahí siguen estando los muertos por Dios y por España en las fachadas de las iglesias. Dejemos que los nietos de republicanos entierren con dignidad a sus abuelos.
Para eso Rodrigo Terrasa y Paco Roca se han metido en este proyecto, que resulta demoledor y tremendo.
Un cómic que habla de las injusticias y de las víctimas, pero también del heroismo, desde lo cotidiano, por intentar preservar la memora.
Paco Plaza con su trazo característico, firme y detallista nos traslada perfectamente a esos dos tiempos separados por muchos años, pero unidos por el intento de mantener la dignidad. Aplaudámoslo.
Mi puntuación: 8,66/10.
Los autores Paco Roca y Rodrigo Terrasa :
Ficha:
Páginas: 296
Color: Color
Tapas: Cartoné
Formato: 24 x 17 cm.
N.º edición: 2
ISBN: 978-84-19670-22-9
EAN: 9788419670229
Año de publicación: 2023
Colección: Sillón Orejero
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Muchos besos y muchas gracias.
¡Nos vemos en el cine!
Chistes y críticas en holasoyramon.com
Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
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